Ecuador rechaza la posibilidad de que una resolución de la ONU legitime una intervención extranjera en Libia como la acaecida en Irak en 2003, indicó el viernes la cancillería en un comunicado, que condenó la violencia que estremece a ese país.

El gobierno ecuatoriano alertó sobre “el riesgo de instrumentalización política del Sistema de Naciones Unidas, y particularmente del Consejo de Derechos Humanos”, que este viernes pidió la suspensión de Libia como miembro del organismo.

“Por eso llama a la comunidad internacional a no permitir que la posible aprobación de la resolución en la Asamblea General de la ONU sirva de pretexto para que el Consejo de Seguridad legitime una posterior intervención en Libia”, agregó el texto.

La cancillería enfatizó que Quito “rechaza la injerencia extranjera en asuntos internos de cualquier país”, por lo que “no puede ni podrá aceptar una intervención extranjera como la que ocurrió en Irak”.

Un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad redactado por potencias occidentales advierte a Muamar Kadhafi que la represión en Libia podría considerarse como crímenes de lesa humanidad.

El gobierno del presidente Rafael Correa, que estableció relaciones con Trípoli a finales de 2008, expresó además que “condena los actos de violencia registrados en Libia”, por lo cual, pese a sus reparos, apoyó la resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Empero, consideró que una suspensión de Libia “es un tema que debe ser tratado con mayor profundidad, puesto que genera un precedente, que luego podría ser utilizado políticamente contra otros países”.