México anticipa que va a pedir la suspensión de Libia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en una sesión especial del organismo prevista para el viernes en Ginebra, dijo el jueves el embajador Juan José Gómez Camacho.

“La situación en Libia es de extrema gravedad, inaceptable y reprobable, el gobierno se ha volcado contra la sociedad, y vamos a recomendar a la Asamblea General de la ONU de evaluar la situación y, si procede, suspender a Libia”, precisó el embajador Gómez Camacho, ante Naciones Unidas en Ginebra.

El Consejo lo constituyen 47 Estados elegidos por el escrutinio secreto de la Asamblea General de la ONU, según una distribución por grupos regionales, en el que se alinean este año por América Latina y el Caribe, Argentina, Brasil, Cuba, Chile, Ecuador, Guatemala, México y Uruguay.

Libia es uno de los 13 países africanos del Consejo, pero para ser expulsado es necesario que la Asamblea General de la ONU lo resuelva, de allí que México proponga impulsar mañana una “recomendación” a tal efecto.

Esa posición es sostenida por Uruguay, Argentina, Chile, Brasil y Guatemala, mientras Ecuador no se ha pronunciado todavía y Cuba se opone.

En la sesión especial del viernes el Consejo se apresta a aprobar un proyecto de resolución que contiene la propuesta de iniciar el mecanismo de separación de Libia, texto que fue objeto de arduas negociaciones este jueves en Ginebra, en torno a una propuesta de la Unión Europea, acompañada, entre otros, por Estados Unidos, Suiza, Jordania y Palestina.

El documento tuvo el copatrocinio de Uruguay, Costa Rica y Perú, pese a que estos dos últimos países no integran el Consejo.

Nicaragua, que tampoco integra este Consejo, a quien se atribuye simpatías por el gobierno libio, se abstuvo de participar en las negociaciones en Ginebra.

Honduras, que asimismo no forma parte de este Consejo, dio su visto bueno para la convocatoria de la reunión de mañana y aguarda instrucciones en cuanto al voto de la resolución.

El documento denuncia las “extremadamente graves violaciones de los derechos humanos en Libia, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y torturas de manifestantes, que pueden constituir crímenes de lesa humanidad”.

La decisión aspira a que la Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Navi Pillay, lleve a cabo “una investigación independiente, imparcial y confiable” de la represión en Libia, que signifique “una rendición de cuentas” sobre las violaciones que se están cometiendo.

Cabe recordar que el pasado 22 de febrero Perú decidió “suspender toda relación diplomática con Libia, en tanto no cese la violencia en contra del pueblo”, indica un comunicado de la Presidencia peruana, distribuido hoy en Ginebra por su delegación diplomática.

El próximo lunes, inicio de la primera reunión regular anual de este Consejo, está programada la intervención de la Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, la cual, además, mantendrá encuentros bilaterales sobre Libia, según informaciones diplomáticas difundidas hoy en esta ciudad.

En esa ocasión también participarán de los debates del Consejo varios ministros latinoamericanos, entre ellos los de Argentina, México, Brasil, Uruguay y Nicaragua, y el vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón.