El gobierno de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito argentino, relevó a casi toda la cúpula de la policía provincial, anunció este sábado el gobernador Daniel Scioli.

“No tiene nada que ver con una purga masiva”, dijo Scioli que confirmó en su cargo al jefe de la fuerza, comisario Juan Carlos Paggi.

El gobernador enmarcó la decisión en “cambios para dar mayor operatividad a la policía y perseguir el objetivo que es (el de) acorralar al delito”.

Los cambios comprenden a 15 altos mandos de la mayor fuerza policial del país, de unos 54.000 efectivos.

La medida pretende “aumentar la prevención, combatir el crimen organizado, perseguir y neutralizar el narcotráfico”, dijo en un comunicado el ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense.

La poderosa fuerza policial tiene a su cargo la seguridad de unos 15 millones de personas, nueve de ellas asentadas en el populoso cordón que rodea la capital argentina.

Este sábado fueron designados ocho comisarios generales en diversas reparticiones, anunció el gobierno provincial.

Los cambios se producen en medio de las críticas de la oposición a la gestión de seguridad en la provincia más poblada del país, y luego de las muertes de dos jóvenes durante la represión a un intento de saqueo de un tren en la periferia noroeste de Buenos Aires en un confuso episodio que investiga la justicia.

El sábado pasado también murió un joven en la ciudad de Baradero (150 km al norte), cuando un policía le disparó por la espalda por rehusarse a un control vehicular e intentar huir en una motocicleta de baja cilindrada.