La selección brasileña revivirá el miércoles con su amistoso ante Francia su mayor trauma histórico junto al ‘Maracanazo’ de 1950, la final del Mundial-1998 perdida por 3-0 ante los ‘Bleus’ en el Stade de France de la periferia de París, que dio pie a innumerables especulaciones.

Para muchos era difícil de creer que aquel equipo pudiera caer con estrépito en un partido tan importante y que estuvo rodeado por circunstancias extrañas en las horas previas, especialmente con su estrella Ronaldo, que había vivido un extraño incidente la noche anterior a la final.

Ronaldo había tenido convulsiones y había sido trasladado al hospital. “Vi a Ronaldo en un estado tremendo. Se retorcía, se golpeaba los brazos contra las piernas y de su boca salía espuma. Hacía un ruido muy extraño, como de querer respirar y no poder”, recordó después Edmundo, integrante de aquel plantel.

Finalmente recibió la autorización para jugar, tras descartarse un edema cerebral u otro problema de importancia, pero cuando los periodistas recibieron las hojas con las alineaciones, el ‘Fenómeno’ no estaba en ellas y la confusión se instaló, hasta que llegó después una nueva versión que sí lo incluía.

Pudo jugar, pero estuvo desaparecido sobre el césped, siendo apenas una sombra de lo que acostumbraba a ser.

El trauma nacional que supuso la goleada fue enseguida comparado con el del Mundial-1950, cuando Uruguay se llevó el título al derrotar por 2-1 a la ‘Seleçao’ en el Maracaná de Rio de Janeiro, cuando todo parecía preparado para que los locales conquistaran su primera Copa del Mundo.

El Congreso brasileño llegó a investigar las circunstancias que rodearon aquel partido, coincidiendo con las sospechas entre la hinchada de fraude. No encontró nada raro y se llegó a convocar a Ronaldo, que fue claro al explicar por qué se perdió.

“Perdimos porque ellos hicieron tres goles y nosotros ninguno”, se limitó a contestar el delantero, intentando pasar página y desmintiendo los rumores.

Muchos continuaron pensando en conspiraciones y circunstancias extrañas, pero los jugadores de aquel equipo siempre defendieron que se trató de una derrota más, en un partido en el que Francia fue muy superior.

“No hicimos nada equivocado. Francia fue superior en ese partido y ganó. No quiere decir que haya sido mejor en el torneo. Fueron mejores ese día y ganaron. Punto final”, intentó zanjar años más tarde uno de los titulares en esa final, Cafú.

Francia terminó levantando su primera y hasta ahora única Copa del Mundo con un ‘doblete’ de Zinedine Zidane y un tanto final de Emmanuel Petit. El Stade de France, los Campos Elíseos y todo el país vivieron entonces una catarsis colectiva, que coincidía con el descenso a los infiernos de la ‘verdeamarela’.

Los franceses, que ya habían eliminado a Brasil en cuartos del Mundial-1986, vencieron además a los sudamericanos en los otros dos duelos oficiales disputados después, 2-1 en las semifinales de la Confederaciones-2001 y 1-0 en los cuartos del Mundial-2006.

En un amistoso en 2004 empataron sin goles (0-0), precisamente en el Stade de France de la periferia de París. La última victoria brasileña sobre los ‘Bleus’ se remonta a un amistoso en 1992, por lo que los pupilos de Mano Menezes se han fijado como misión empezar a saldar esta deuda histórica.