El ex presidente Ricardo Lagos asegura que la decisión del gobierno de vender la participación estatal en Aguas Andinas, Esval, Essbío y Essal no tiene justificación. En una columna titulada “¿A quién corresponde la propiedad de las sanitarias?”, el ex mandatario asevera que la explicación del Ejecutivo no tiene sustento alguno.
Según Lagos, la mayor recaudación fiscal por el elevado precio internacional del cobre, hace innecesaria la enajenación de los títulos del Estado en el sector sanitario.
Recuerda que en los primeros nueve meses de este año, el fisco retiró 4 mil 129 millones de dólares desde Codelco, suma muy por encima de lo calculado en la ley de presupuesto 2010.
Agrega que, a modo comparativo, los excedentes de la cuprífera estatal en los primeros nueve meses del 2009 fueron de 1.881 millones de la divisa.
“Adicionalmente me parece que el gobierno debe dar una explicación contundente de por qué tiene tanto apuro en vender las acciones sanitarias”, asevera Lagos en su columna publicada en el sitio web www.quintopoder.cl.
El ex mandatario precisa que la derogación de la norma que obligaba al Estado a mantener la propiedad del 35% de esos títulos, aprobada en su administración, tuvo que ver con las negociaciones para el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea.
En ese sentido, explicó que era un modo de llegar a un acuerdo con ese bloque, “pero en ningún momento planteamos -enfatiza- que, si bien las acciones eran imprescindibles, efectivamente el estado prescindiría de ellas”.
“Nos parece que es central tener un director en estas empresas que represente los intereses públicos”, asevera el jefe de Estado.
Argumenta que un número importante de definiciones se toma en esa instancia, como la necesidad de extender la red de agua, que a veces debe considerar no sólo aspectos comerciales, sino también la necesidad de los usuarios. “Todo ello confirma que es necesario mantener estas acciones en poder del sector público”, dice el ex presidente.
Lagos afirma que durante su Gobierno no se continuó con el traspaso de la propiedad de las empresas sanitarias. Puntualiza que en el caso de las acciones minoritarias, el flujo financiero era más rentable que su venta a compañías ya privatizadas, por lo que esto último no era coveniente desde el punto de vista del interés fiscal.
Manifiesta además, que lo que se hizo en su período fue concesionar las empresas para ser administradas por un particular por un período de años, normalmente no superior a los 20, de modo que la propiedad de la misma continuaba y continúa en manos del estado.
“De esta manera, permitíamos al sector privado hacer inversiones que se recuperaban durante el período de su concesión, pero la propiedad misma de las empresas sigue siendo del estado de Chile”, concluye el ex presidente Ricardo Lagos.