El creador de WikiLeaks, Julian Assange, volverá a pedir la libertad condicional en la segunda vista de su proceso de extradición a Suecia, previsto este martes en Londres, desde donde envió un mensaje expresando su “determinación” a seguir luchando por sus ideales.
El australiano, de 39 años, que se encuentra encarcelado desde el 7 de diciembre en la prisión Wandsworth (suroeste de Londres), llegó a primera hora de la mañana al céntrico tribunal de primera instancia de Westminster, donde la audiencia debe celebrarse a partir de las 14H00 (hora local y GMT).
Varias organizaciones han llamado a manifestarse a esa misma hora frente al tribunal para denunciar lo que consideran como un intento para acallar a Assange, cuya web publica desde finales de noviembre miles de documentos confidenciales de la diplomacia estadounidense.
En una primera vista celebrada hace una semana tras su detención en cumplimiento de una euroorden emitida por la justicia sueca por un caso de presuntos delitos sexuales contra dos mujeres -que Assange niega-, el juez Howard Riddle le denegó la fianza alegando un riesgo de fuga.
En declaraciones a la cadena Sky News, uno de sus abogados, Mark Stephens, se mostró este martes esperanzado sobre una liberación, y explicó que habían propuesto alojar a Assange en un lugar aprobado por las autoridades y colocarle un dispositivo geolocalizador para que puedan saber en todo momento dónde está.
“Espero que en estas circunstancias el juez tenga confianza”, declaró.
“Es tal vez la persona más identificable que hay en este momento, sería difícil para él ir a algún lugar sin que le reconozcan”, agregó el abogado de Assange, que ha tildado las acusaciones suecas de maniobra política.
Assange está en el ojo del huracán desde el inicio de la publicación, el 28 de noviembre, de 250.000 cables procedentes de embajadas norteamericanas en casi todo el mundo, que han puesto al desnudo la política exterior de Estados Unidos y provocado una indignación creciente en ese país.
El equipo defensor de Assange, reforzado con el reputado jurista anglo-australiano especializado en derechos humanos Geoffrey Robertson, intensificará igualmente su lucha contra la extradición, que temen sea sólo una etapa antes de su entrega a Estados Unidos.
La administración de Barack Obama anunció varias veces en las últimas semanas su intención de llevar a Assange ante la justicia.
Stephens aseguró el lunes a la cadena de televisión qatarí Al Jazeera que se ha formado “un gran jurado en secreto” cerca de Washington para definir los cargos que podrían presentarse contra su cliente en ese país.
Mientras tanto, el ex hacker se mostró decidido a continuar el trabajo que comenzó desde la fundación de WikiLeaks en 2006, y que le ha permitido divulgar también miles de documentos secretos sobre las guerras de Irak y de Afganistán.
“Mis convicciones no vacilan. Me mantengo fiel a los ideales que he expresado”, dijo Assange en un breve comunicado dictado por teléfono desde la cárcel a su madre, Christine Assange, que se encuentra en Londres, para que se lo hiciera llegar a la televisión australiana Channel 7.
“Si algo ha hecho este proceso, ha sido aumentar mi determinación de que (estos ideales) son verdaderos y correctos”, insistió.
En el mismo texto, Assange criticó a las compañías de tarjetas de crédito Visa y MasterCard y al popular portal de pagos PayPal por haber bloqueado los pagos hacia su web.
“Ahora sabemos que Visa, Mastercard y PayPal son instrumentos de la política exterior de Estados Unidos. Es algo que ignorábamos antes”, dijo.
“Hago un llamamiento al mundo a que proteja mi trabajo de estas acciones ilegales e inmorales”, agregó.
Desde que comenzó la difusión de los cables norteamericanos a través de cinco prestigiosas publicaciones mundiales, estas empresas cortaron los medios de financiación a WikiLeaks, tras lo cual fueron a su vez víctimas de ciberataques de un grupo de piratas informáticos llamado Anonymous.