Un robot militar teledirigido, enviado al túnel de la mina neozelandesa donde 29 mineros llevan ya cuatro días como desaparecidos, tuvo una avería este martes, disminuyendo aún más la esperanza de hallar a los hombres sanos y salvos.

“Es una situación muy grave y mientras más se prolongue, más disminuye la esperanza. Debemos ser realistas”, declaró a los periodistas el comandante de la policía Gary Knowles, que coordina las operaciones de auxilio.

Los socorristas enviaron la mañana del martes a un robot militar teledirigido, para que transmita imágenes sobre la situación en la mina, pero el artefacto falló tras haber recorrido 550 metros en el túnel, a unos 2 kms. del lugar donde están sin duda los mineros.

Los especialistas pidieron al ejército un robot teledirigido y equipado con una cámara, especialmente concebido para evitar cualquier chispa que inflame los gases tóxicos acumulados en la mina, indicado Knowles.

Las pruebas realizadas sobre los gases que hay en la mina indican que sería muy peligroso enviar equipos de socorro, precisó.

“Estamos pensando en todas las hipótesis con los hombres de los equipos de auxilio y si una opción es encarar que los hombres que están abajo han muerto, pues nos preparamos”, declaró.

Los hombres desaparecidos están atrapados probablemente en un túnel a sólo 150 metros de la superficie y a 2,5 km de la boca de la mina.

Hasta el momento no se ha producido ningún contacto con los mineros desde la explosión ocurrida la tarde del viernes en la mina de carbón de Pike River, situada en una región minera aislada.

Los desaparecidos, de 17 a 62 años, son 24 neozelandeses, dos australianos, dos británicos y un sudafricano.

El primer ministro, John Key, había declarado el lunes que con toda probabilidad los mineros están vivos.