El uso de 36 testigos sin rostro en el juicio oral contra los 17 comuneros involucrados en el atentado sufrido por el fiscal Mario Elgueta en Tirúa -el 16 de octubre de 2008- está generando controversia en el Tribunal de Cañete. Y es que el Ministerio Público acusó a la defensa de filtrar una lista con el nombre de cada uno de las personas que darían su testimonio en forma “protegida”.

Durante un receso, tras discutirse las medidas de seguridad que se tomarían en torno a los testigos “anónimos”, el Ministerio Público esbozó que se había filtrado una lista con la identidad de éstos, por responsabilidad de la Defensa, y que incluso algunos habían sido amenazados de muerte.

En base a esto, Pilar Mafia, representante de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que ellos lo tomaron casi como una medida de amedrentamiento por parte de la Fiscalía a la Defensa, hecho que quedará escrito en el cuaderno de los observadores internacional de DD.HH. que participan de la instancia.

El abogado de la Defensoría Regional de Bío-Bío, Giorgo Shubert, se refirió a la polémica y dijo que ellos no son los responsables de esto y que la Fiscalía no protegió la lista de los testigos.

Además, el ex juez Juan Guzmán, manifestó que por lo general estos testimonios “sin rostro” en los tribunales chilenos son falsos. “Donde más se miente es en los tribunales” aseguró.

Recordemos que los comuneros son acusados de robo con intimidación, homicidio frustrado, tenencia ilegal de armas de fuego y asociación ilícita terrorista. Este último delito, porque el Ministerio Público asegura que los mapuche se conjugaron para impartir el miedo en las provincias de Arauco y Malleco.