La prensa española se alarmaba este miércoles por el parto sin precedentes de una niña de 10 años y por la alegría expresada por su madre, una rumana que llegó al sur de España hace tres semanas.
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Fotografiada sonriente ante el modesto edificio donde vive en la ciudad de Lebrija, la abuela del bebé, llamada Olimpia, contó a los periodistas que tanto ella como su hija única estaban “muy contentas”.
El padre del niño tiene 13 años y se quedó en Rumanía, según la mujer. La joven madre “está muy bien, así como su hija, que es muy bella” y pesa 2,9 kilos, añadió Olimpia.
“Se encuentra muy bien, como la niña, que también está muy bien y es muy bonita. Elena está muy feliz con su hija. Esto es una gran alegría. Esto no es un drama”, declaró.
Las autoridades andaluzas habían anunciado el martes el nacimiento del bebé en un hospital de Jerez, anunciando que la joven madre y su niño se encuentran “en perfecta salud” después de haber salido del hospital.
Según el periódico Diario de Jerez, el primero que reveló este caso, Olimpia afirmó que no comprendía esta agitación diciendo que “es a esa edad cuando nosotros nos casamos en Rumanía”.
De acuerdo al diario El País el número de niñas menores de 15 años que se han convertido en madres ha aumentado, de 80 casos en 1997 a 178 en 2008.
Los expertos entrevistados por el diario no están de acuerdo sobre los riesgos de un embarazo tan prematuro.
“Todo depende del grado de desarrollo de la menor”, apunta Javier Martínez Salmeán, jefe de Ginecología del Hospital Severo Ochoa de Leganés. “Si ha completado su desarrollo y la menor ha estado cuidada no tiene por qué tener ninguna complicación”, añade.
“Puede que el cuerpo de una menor esté preparado para albergar un bebé, pero una niña no está mentalmente preparada para ser madre”, apunta de su lado la psicóloga infantil Carolina Fernández.
