La Corte Suprema iraquí ordenó este domingo que se designe lo antes posible a las más altas autoridades del Estado, casi ocho meses después de las elecciones legislativas y en un momento en que la crisis política se ve agravada por las revelaciones de WikiLeaks.

“La Corte Suprema, en una decisión tomada hoy, ordena al Parlamento celebrar reuniones regulares y llevar a cabo su trabajo normal. Debe comenzar por elegir a su presidente y a sus dos adjuntos, y luego proceder, etapa por etapa, a los otros nombramientos”, afirmó a la AFP su portavoz, Abdel Satar Bereqdar. “Todo retraso es anticonstitucional”, agregó.

“Se trata de una decisión justa y llamo a todos los diputados a que la acaten. Todavía no he recibido una notificación oficial de la Corte e ignoro si decidió una fecha”, afirmó por su parte el diputado kurdo Fuad Marsum, que en su calidad de decano ejerce las funciones de presidente del Parlamento.

Por su lado, el diputado sunita Selim Abdalá declaró a la AFP que el Parlamento se reunirá “seguramente” a finales de esta semana o a principios de la siguiente.

Doce organizaciones de la sociedad civil iraquí habían recurrido el 16 de agosto a la Corte Suprema para que pusiese fin a la crisis política que retrasa la formación del gobierno iraquí.

En su demanda, la primera de este tipo desde el derrocamiento de Sadam Husein en 2003, estas ONG denunciaban la decisión tomada en junio por los diputados de no respetar el plazo constitucional para elegir al presidente del Parlamento.

Esta elección es una etapa indispensable antes de designar al jefe de Estado y al primer ministro.

Según el artículo 55 de la Constitución iraquí, el Parlamento debe elegir en su primera sesión tras la elecciones a su presidente y a sus dos vicepresidentes por mayoría absoluta. Esta sesión debe tener lugar a más tardar un mes después del anuncio de los resultados electorales.

Sin embargo, el 14 de junio, en su primera sesión, los diputados iraquíes recurrieron a un subterfugio al declararse “en sesión abierta” de forma indefinida.

La distribución de los tres principales cargos del Estado iraquí es el resultado de una negociación entre las tres principales confesiones y etnias.

Las legislativas del 7 de marzo no dieron a ningún partido la capacidad de gobernar solo.

La decisión de la Corte Suprema llega tras la publicación el viernes por el portal de información WikiLeaks de casi 400.000 documentos secretos estadounidenses sobre Irak que los partidarios del primer ministro saliente Nuri al Maliki consideran como destinados a desestabilizar a su candidato.

“Los documentos publicados por WikiLeaks fueron cuidadosamente seleccionados” y “el momento elegido para su difusión refleja motivaciones políticas”, afirmaba el diario Al Bayan, cercano al jefe del gobierno.

Maliki y su adversario Iyad Allawi compiten en su intento de formar gobierno. El primer obtuvo 89 escaños y el segundo 91 en un Parlamento formado por 325 legisladores.