Con el propósito de resguardar la salud de los niños y niñas en la celebración de Halloween durante el 31 de octubre, inspectores de la secretaría regional ministerial (Seremi) de Salud Metropolitana, realizaron una serie de fiscalizaciones en los lugares de venta de juguetes.

Esto con la finalidad de que se dé cumplimiento de la normativa contenida en el reglamento sanitario respectivo.

La normativa indica que la etiqueta debe contar con letra visible, en español, con el nombre genérico del producto, razón social del fabricante o importador, país de origen, edad recomendada para su uso y, cuando corresponda, la advertencia de que debe realizarse bajo la supervisión de un adulto y si el producto es inflamable.

El Seremi de Salud, Jorge Szot, hizo un llamado a los padres y adultos al momento de comprar, expresando que “ellos son los responsables de adquirir juguetes en lugares establecidos, de fijarse que su etiquetado esté en español y que el juguete sea apropiado para el menor en cuanto a la edad recomendada de uso, ya que de esta manera evitaremos accidentes”.

Los fiscalizadores están inspeccionando todos los malls del Gran Santiago, sectores tradicionales de venta de juguetes como el barrio Meiggs y Recoleta, así como también se fiscalizan distribuidoras e importadoras de juguetes para que cumplan con la normativa vigente y, en caso contrario, realizar las exigencias correspondientes al locatario.

En 2009, se realizaron 132 fiscalizaciones y 12 sumarios sanitarios. En 2010, hasta la fecha, ya se han efectuado 45 inspecciones y 18 sumarios, que en su mayoría son por falta de rotulación o etiquetado que no está español, lo que puede significar sanciones en multas, desde las 0,1 hasta las 1000 UTM, es decir, más de 37 millones de pesos.

La normativa señala que los niveles de Tolueno y Plomo deben contener los siguientes máximos permitidos: Tolueno 170 mg/kg y límite máximo permitido, Plomo 90 mg/kg.