Una jueza federal en Estados Unidos confirmó el martes una orden que pone fin a la prohibición abierta a los homosexuales para servir en las filas de las Fuerzas Armadas, rechazando los argumentos de los abogados del Gobierno que defienden la prohibición.

La jueza de distrito Virginia Phillips dijo que el Departamento de Justicia estadounidense no logró presentar un caso convincente para levantar el fallo de la semana pasada para suspender la controversial política “No preguntes, No digas” en las Fuerzas Armadas, sobre la orientación sexual de sus efectivos.

La confirmación del fallo de la jueza Phillips, de la Corte Federal de California (oeste), se produjo horas después de que el Pentágono anunciara que aceptará solicitudes de ingreso a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos de parte de personas que se declaren homosexuales, algo prohibido por la ley de 1993.

El gobierno de Estados Unidos anunció el jueves pasado, dos días después del fallo de la Corte Federal de California, que apelaría la decisión que pone fin a la prohibición de que los homosexuales militares declaren su orientación sexual y pidió que se suspendiera esa orden.

La política conocida en inglés como “Don’t Ask, Don’t Tell”, indica además que si un homosexual revela su orientación sexual será dado de baja.

Según los críticos, la ley viola los derechos de los homosexuales militares y ha afectado la seguridad nacional con la baja de unos 14.000 efectivos.