El canciller argentino Héctor Timerman agradeció el lunes al Mercosur su “renovado respaldo” a los reclamos de su país sobre las Islas Malvinas y destacó la reciente declaración de la Unasur y el Grupo de Río, en rechazo a maniobras militares del Reino Unido en esas islas.

“Celebro el irreversible proceso que sobre la cuestión Malvinas está teniendo lugar en la región”, dijo Timerman al participar en la XXVI sesión plenaria del Parlamento del Mercosur en Montevideo.

“La arbitrariedad británica en negarse a negociar una solución pacífica al problema y el desparpajo con el que se apropian de nuestros recursos naturales en los mares patagónicos, al tiempo que prueban misiles lanzados desde nuestras islas, ya no son percibidos como una agresión permanente solamente por los argentinos sino que cada vez son más los hermanos sudamericanos que entienden que este resabio colonial en pleno siglo XXI, por parte de un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es una burla a toda la región”, aseguró.

Argentina elevó una protesta la semana pasada ante Naciones Unidas por ejercicios militares británicos en las Malvinas, cuya soberanía condujo a un enfrentamiento militar con Gran Bretaña en 1982.

El canciller destacó por otra parte la respuesta “inédita, inmediata y eficaz” de la Unasur a la revuelta policial en Ecuador a inicios de mes, que demuestra que “la matriz que parió décadas de golpes está agazapada y todavía acecha las instituciones democráticas toda vez que se afectan intereses corporativos”.

Timerman participó de la sesión del Parlamento del Mercosur para realizar una evaluación de la presidencia protémpore de Argentina en el primer semestre del año del bloque que integra junto a Brasil, Paraguay y Uruguay, con Venezuela en proceso de adhesión plena.

Destacó en ese sentido el relanzamiento de las negociaciones con la Unión Europea, el acuerdo de libre comercio con Egipto y el Código Aduanero del Mercosur, además de la eliminación del doble cobro del Arancel Externo Común.

El canciller evaluó que “la integración regional es un camino sin retorno”.