El pastor de un grupo evangelista amenazó este jueves con revisar su decisión de cancelar la anunciada quema del Corán, el sábado, en conmemoración de los atentados del 11 de septiembre, diciendo que el evento sólo estaba “suspendido”.
“Ahora sólo estamos poniendo una suspensión temporal a nuestro planeado evento”, dijo Jones echándose atrás después de anunciar que había cancelado la criticada ceremonia.
Jones, pastor de una pequeña iglesia evangelista, la Dove World Outreach Center, había anunciado que desistía de su idea a cambio de un acuerdo para reubicar un proyecto de mezquita cerca de la Zona Cero de Nueva York.
Pero el supuesto trato se volvió confuso cuando el imán que lidera el proyecto para el Centro Cultural Islámico en Nueva York, Feisal Abdul Rauf, rápidamente negó tal acuerdo.
Jones dijo haber tenido garantías de un imán de la ciudad de Orlando que actuaba como mediador, Mohammed Musri, de que Rauf estaba dispuesto a cerrar el acuerdo y que se reuniría con él este sábado en Nueva York para discutirlo.
“Ponemos una suspensión porque en este momento estamos verdaderamente decepcionados y muy impactados, porque si esto es cierto, él (Musri) nos mintió muy claramente”, dijo Jones. “Estaríamos obligados a reconsiderar nuestra decisión, porque la cancelamos en base a su palabra. Entiendo que ahora está dándole la vuelta diciendo que no dijo eso”, agregó.
Los promotores de la mezquita habían desmentido más temprano haber alcanzado algún acuerdo con el pastor. “Nosotros no estamos al corriente de nada”, dijo a la AFP Daisy Khan, una de las impulsoras del proyecto. Khan precisó que no se había decidido ningún cambio sobre la obra proyectada.
Jones había dicho al anunciar el acuerdo que la decisión de trasladar la mezquita neoyorquina fue “una señal de Dios”, quien lo había convencido de renunciar a su proyecto de destrucción del libro santo del Islam.
“Los estadounidenses no quieren ver una mezquita en ese lugar y los musulmanes no quieren que nosotros quememos el Corán. El imán (Reuf) aceptó desplazar la mezquita, nosotros hemos aceptado renunciar a la ceremonia que teníamos prevista para el sábado”, añadió.
El mismo presidente estadounidense Barak Obama advirtió este jueves que la quema del Corán causaría disturbios en los países musulmanes y crearía un ánimo de venganza contra Europa y Estados Unidos.
“Pueden producirse graves actos de violencia en sitios como Pakistán o Afganistán”, explicó el mandatario. “Esto es una bonanza de reclutamiento para Al-Qaida”, dijo.
Tras los cuestionamientos directos a los planes para quemar el Corán, el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, se comunicó con el pastor, a quien le expresó su “profunda preocupación” porque dicha idea hubiera puesto en peligro las vidas de las tropas desplegadas especialmente en Irak y Afganistán.
Fundada en 1986 en Gainesville, la iglesia “Dove World Outreach Center” sigue una línea integrista, denunciando el aborto y la homosexualidad y acusando al Islam de querer dominar el mundo.
Interpol lanzó “un alerta global” a sus 188 países miembros advirtiendo que hay “una gran posibilidad” de atentados si se lleva a cabo el proyecto de quemar ejemplares del Corán.
Las condenas siguen cayendo como cascada, desde la de Obama a la de países como India e Indonesia, el de mayor población musulmana en el mundo, pasando por la del Vaticano, Irán e Irak.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también expresó el jueves su preocupación por las posibles consecuencias que acarrearía la quema del Corán.
Netanyahu pidió que “tales acciones irresponsables no se lleven a cabo”, subrayando que “minan la tolerancia religiosa y la paz”, en un comunicado emitido por su oficina.
El presidente de Indonesia Bambang Yudhoyono pidió a Obama impedir la quema del libro sagrado musulmán, e India pidió a las autoridades estadounidenses que tomaran “fuertes medidas” contra ello.
Desde Bagdad, el primer ministro iraquí Nuri al Maliki condenó la medida y afirmó que el acto “podría ser tomado como pretexto por los extremistas para cometer más asesinatos”.
En Afganistán, miles manifestaron en las calles de un poblado al noreste de Kabul protestando contra los cristianos y gritando consignas contra Estados Unidos.