Siete miembros de la organización independentista armada vasca ETA, actualmente encarcelados en Nanclares de Oca, (Alava, norte de España), que rechazan la violencia, recibieron la autorización de salir de prisión hasta 36 días por año, según El País de este lunes.

Entre esos detenidos, el más célebre es Kepa Pikabea, de 54 años, miembro histórico del movimiento, detenido en 1994 en Francia e implicado en una veintena de asesinatos y una decena de atentados.

Otro de los detenidos es José Luis Alvarez Santacristina, alias “Txelis”, ex jefe político de ETA, condenado por haber ordenado el asesinato del universitario y ex senador Manuel Broseta en 1992, año en que fue detenido.

Los siete etarras lograron esta autorización de salir de prisión por un informe favorable sobre su reinserción, pero también porque condenaron la violencia y empezaron a indemnizar a sus víctimas (o se han comprometido a hacerlo).

Podrán salir de prisión 36 días por año, seis de los cuales consecutivos.

Ahora esperan gozar de un régimen de semilibertad que les permita dejar sus celdas una vez por día (salvo los fines de semana) para poder estudiar o trabajar, señaló el diario.

Se “cumple la ley”, “la política penitenciaria de siempre”, destacó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al ser preguntado por la prensa en su viaje a Santander (norte).

Pérez Rubalcaba, que rehusó confirmar el número de detenidos favorecidos, recordó que ya no forman parte de ETA y “han pedido perdón”.

“Hablar de estos temas no favorece” la situación, advirtió el ministro.

ETA, considerada una organización terrorista por la Unión Europea, es responsable de la muerte de 829 personas en más de 40 años de violencia en favor de la independencia del País Vasco.

El grupo armado no comete atentados en España desde agosto de 2009 y en los últimos años se multiplicaron las detenciones de sus miembros.

Pérez Rubalcaba dijo que “creemos, sabemos, que si no ha atentado no es porque no haya querido, es porque no ha podido. Si la cosa sigue así, seguiremos con la guardia bien alta, naturalmente”, concluyó el ministro.