El Banco Nacional de Datos Genéticos de Argentina no pudo realizar la prueba genética para determinar si la dueña del poderoso grupo de prensa Clarín adoptó a 2 hijos de desaparecidos en dictadura, informó el miércoles Abuelas de Plaza de Mayo en un comunicado.

El Banco informó a la justicia que no había sido posible obtener el ADN de Marcela y Felipe Noble Herrera “por contaminación de las prendas” que fueron utilizadas para la prueba, según la entidad humanitaria.

“El estudio determinó que las prendas de vestir, que habían sido entregadas voluntariamente por Marcela y Felipe Noble Herrera en el allanamiento practicado el 28 de mayo pasado, no fueron aptas para obtener su perfil genético”, señala.

“Por ello, no se pudo concretar el entrecruzamiento con las muestras de los familiares que buscan a sus seres queridos desaparecidos durante de la última dictadura militar”, agrega.

La entidad precisó que “las prendas analizadas fueron medias, camisetas, camisas, pantalones y ropa interior femenina, ya que Felipe Noble Herrera no portaba calzoncillo al momento de la requisa”.

“Los peritos informaron que, llamativamente, las prendas contenían información genética de numerosas personas de distintos sexos”, según la nota de prensa.

Los peritos deberán declarar ahora ante la justicia para explicar por qué razones “podrían aparecer tantos perfiles genéticos en prendas íntimas y de vestir, pues no parece posible que se trate de algo casual o accidental”, señala el comunicado.

La entidad abogó porque la jueza del controvertido caso, Sandra Arroyo Salgado, defina el curso a seguir para dilucidar si los jóvenes, adoptados en 1976, son hijos de desaparecidos nacidos durante el cautiverio de sus madres durante el régimen militar (1976/83).

Debido a que algunos jóvenes que se sospechan que fueron robados se negaron a la extracción de sangre para realizar la prueba genética – como el caso de los Noble Herrera – la justicia admite realizar la prueba en cabellos, ropas íntimas o cepillos de dientes.

Abuelas de Plaza de Mayo ha restituido la identidad a un centenar de niños apropiados, sobre un total estimado de 500 casos.