Los guatemaltecos respiran más tranquilos por el alejamiento del huracán Darby de sus costas, aunque se mantienen atentos a un sistema de baja presión que se ubica cerca de Honduras y Nicaragua, cuando todavía no se han recuperado de los estragos que dejó el paso de la primera tormentra tropical de la temporada, Agatha, hace casi un mes.

El huracán Darby, que se desplaza en el litoral Pacífico, ya no presenta “peligro directo ni indirecto para Guatemala, es lo informado por el servicio meteorológico guatemalteco”, afirmó la estatal Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) en un comunicado.

En tanto, el estadounidense Centro Nacional de Huracanes (NHC) indicó que el huracán se ubicaba este viernes a unos 400 km de la ciudad mexicana de Puerto Escondido y se desplazaba a 13 km/h hacia el oeste-noroeste con vientos máximos que aumentaron de los 120 a los 130 km/h.

Aunque aclara que “no hay vigentes alertas o advertencias” para regiones costeras, los meteorólogos pronostican que Darby podría virar hacia territorio mexicano a comienzos de la próxima semana.

Pese a los buenos augurios para Guatemala, la Conred advirtió que un sistema de baja presión que se desplaza en el Caribe “continúa fortaleciéndose y la probabilidad de que se convierta en depresión tropical aumentó a 70%, lo que podría provocar lluvias en todo el territorio nacional” a partir de este viernes.

“El sistema se ubica entre la costa noreste de Honduras y Gran Caimán, esperando que se transforme en depresión tropical antes de llegar a la Península de Yucatán, México”, precisó el Conred con base en un informe del NHC, con sede en Miami.

Debido a ello, la secretaría ejecutiva de la Conred junto con el instituto meteorológico local mantienen “un monitoreo constante” de la evolución de ambos fenómenos metereológicos, dijo a la AFP el vocero de Conred, David de León.

El portavoz instó a la población a tomar precauciones ante el riesgo de crecidas repentinas de ríos, así como la posibilidad de deslizamientos y derrumbes, especialmente en zonas de laderas.

El clima se ha ensañado con Guatemala desde hace casi un mes cuando a finales de mayo la tormenta Agatha, la primera del año en el Pacífico, golpeó duramente al país, dejando un saldo de 174 muertos, miles de desaparecidos y pérdidas por unos 1.000 millones de dólares, según datos preliminares del gobierno.

La solidaridad y apoyo de países amigos y cooperantes han ayudado a paliar la crisis, aunque unos 28.000 guatemaltecos permanecen en albergues temporales.

El jueves, el Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala (SNU) anunció que ya cuenta con el 48% de los 15,5 millones de dólares que solicitó en un llamado de emergencia para atender a 390.000 personas en diferentes sectores, a causa de los estragos provocados por la tormenta Agatha.