Tras el rechazo que hizo este miércoles la comisión de Hacienda de la Cámara al proyecto del gobierno sobre sueldo mínimo, el Partido Progresista reiteró que el alza es insignificante y defendió la postura planteada en la Conferencia Episcopal del 2007 que propone un sueldo mínimo ético de 250 mil pesos.

El líder del PRO, Marco Enríquez-Ominami, enfatizó que el alza de un 3% planteada por el Gobierno es escueta, y no cumple con la idea de entregar un salario mínimo justo para los trabajadores del país.

“La propuesta del Presidente (Sebastián) Piñera tiene un problema de fondo que se explica en la lógica ortodoxa de entender la economía, y cuyo fracaso fue evidenciado por la reciente crisis económica internacional. El mundo desarrollado ha entendido que la forma efectiva de estimular la demandas es incrementando el salario mínimo al máximo, lo que provoca inevitablemente efectos positivos en la producción de un país”, afirmó.

El alza planteada por la comisión técnica del gobierno, y que fue enviada al Congreso sin la aprobación de la CUT, contemplaba un aumento de 165 mil a 170 mil pesos, lo que el ex presidenciable calificó de “incomprensible”.

“Nos parece incomprensible que mientras, por ejemplo, la minería privada proyecta ganancias por más de 7 mil millones de dólares para el 2010, el gobierno considere que un aumento de 5 mil pesos es lo justo. Eso es gobernar para un cierto grupo de la población y no pensando en el bien común”, aseveró.

Los comités de Economía y Trabajo del PRO trabajan en conjunto para llevar a cabo una propuesta escalonada, que permita en un plazo de 4 años alcanzar los niveles de sueldo mínimo ético propuestos por la Conferencia Episcopal el 2007 (250 mil pesos).

“La desigualdad y la pobreza son una catástrofe anterior al terremoto cuya reparación no puede seguir posponiéndose. Es por esto que el debate del sueldo mínimo ético adquiere fuerza y se transforma en la única vía para alcanzar la meta que, el propio Sebastián Piñera, comprometió en su discurso del 21 de mayo: eliminar la pobreza extrema”, concluyó.