Israel, sometido a fuerte presión internacional, decidió el jueves flexibilizar el bloqueo de la Franja de Gaza, facilitando el ingreso de “bienes de uso civil” al enclave palestino gobernado por el movimiento islamista Hamas, que exigió la apertura total de la frontera.

El gabinete de seguridad israelí decidió al cabo de dos días de discusiones “liberalizar el sistema mediante el cual los bienes de uso civil entran a Gaza y ampliar el flujo de materiales para proyectos civiles que se llevan a cabo bajo supervisión internacional”, indicó el comunicado de la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu.

Pero Israel “mantendrá los actuales procedimientos de seguridad para impedir la entrada de armas y material militar”, agrega.

El comunicado se abstiene de especificar cuáles serán las medidas concretas y se limita a señalar que el gabinete de seguridad sostendrá nuevas reuniones “en los próximos días”.

Netanyahu ya había advertido que Israel mantendría el bloqueo marítimo de Gaza.

La decisión fue adoptada bajo fuerte presión internacional, que se incrementó tras la ola de indignación provocada por la intervención israelí del 31 de mayo contra una flotilla que llevaba ayuda a Gaza, en la cual murieron nueve miembros turcos (uno de ellos con doble nacionalidad estadounidense) de la misión humanitaria.

Gaza, donde un 80% de sus 1,5 millones de habitantes depende de la ayuda internacional para sobrevivir, está sometida al férreo bloqueo impuesto por Israel desde 2007, cuando el Hamas tomó el poder del enclave, desplazando a la Autoridad Palestina de Mahmud Abas.

El Hamas rechazó la medida de flexibilización.

“Rechazamos la decisión sionista, que constituye un intento de esquivar la decisión internacional de un levantamiento completo del bloqueo de la franja de Gaza”, declaró a la AFP Ismail Radwan, un dirigente del Hamas.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, cuyo país ejerce hasta el 30 de junio la presidencia semestral de la UE, afirmó en Bruselas que la decisión israelí es un paso “en la buena dirección”.

El gabinete de seguridad israelí volvió a pedir por otro lado el apoyo de la comunidad internacional para obtener la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, capturado por un comando palestino en junio de 2006, que sigue en manos del Hamas en Gaza.

Moratinos reiteró la oferta de la UE de volver a poner en marcha un acuerdo de 2005 para una presencia europea en los pasos de la franja, con el fin de “facilitar la circulación de bienes y personas” y “garantizar a Israel una buena vigilancia y control de que no hay contrabando de armas” destinadas al Hamas.

Según los medios israelíes, las nuevas medidas incluyen la elaboración de una “lista negra” de 120 productos o materiales que tendrán el acceso vedado a Gaza por ser utilizables “con fines militares”, en tanto que el resto de ítems tendrá entrada libre.

Según Moratinos, “en lugar de tener una lista de artículos autorizados, ahora (será) al revés: sólo hay dos, tres elementos que son objeto de prohibición y el resto es el que debe poder entrar sin más dificultades en el territorio de Gaza”.

Israel autorizó el miércoles el ingreso a Gaza de ocho camiones con cubiertos y otros utensilios de cocina, por primera vez desde 2006.

Un responsable de asuntos de fronteras de la Autoridad Palestina, Raed Fatuh, indicó que actualmente hay 140 productos con el ingreso permitido a Gaza.

La región sigue siendo teatro de incidentes.

Este jueves, un combatiente palestino resultó herido por disparos israelíes en la franja de Gaza cerca de la frontera con Israel, según fuentes médicas palestinas y testigos.

El ataque a la flotilla causó preocupación por la evolución de las negociaciones de paz en Medio Oriente.

El emisario estadounidense para esa región, George Mitchell, llamó a inicios de junio a impedir que la “tragedia” aniquilase los “progresos limitados pero reales” de las negociaciones de paz.

Turquía examina por su lado reducir el nivel de sus relaciones con Israel del nivel de embajador al de encargado de negocios si el Estado hebreo no cumple una serie de condiciones, informaron el jueves fuentes diplomáticas turcas.

Esas condiciones incluyen la presentación de disculpas oficiales por el ataque a la flotilla, la instalación de una comisión internacional de investigación, la restitución “inmediata” de los barcos capturados por Israel, el pago de indemnizaciones a Turquía y el fin del bloqueo de Gaza en el menor plazo posible, precisó la fuente.

El presidente sirio Bashar al Asad acusó por su lado al gobierno “pirómano” de Israel de haber incrementado los riesgos de guerra en la región con ese sangriento ataque, en una entrevista con la BBC divulgada este jueves.