El presidente Barack Obama advirtió al grupo británico BP que no debe descuidar las obligaciones con las víctimas del derrame petrolero, cuando la empresa prevé pagar miles de millones de dólares en dividendos a sus accionistas.

Al inicio de su tercera visita a Luisiana desde que se produjera la catástrofe ambiental, Obama dejó entrever su cólera con la empresa petrolera británica, que -dijo-, “compró espacios publicitarios por 50 millones de dólares para manejar su imagen durante el desastre”.

“Además, hay informaciones que dicen que BP distribuirá 10.500 millones, digo bien 10.500 millones (de dólares) en dividendos”, agregó Obama en Kenner, cerca de Nueva Orleans, tras haber conversado con legisladores locales y el ex almirante Thad Allen, encargado de la coordinación de las operaciones en el Golfo.

“No me genera problemas que BP respete sus obligaciones legales (con sus accionistas), pero quiero que sepan que tienen obligaciones morales y legales aquí, en el Golfo”, dijo Obama, quien afirmó que no quería que la compañía “escatime su ayuda a las pequeñas empresas” afectadas por la contaminación.