La petrolera británica BP tenía serias preocupaciones sobre la plataforma que se hundió causando el derrame petrolero en el Golfo de México, pero aún así rompió su propia política de seguridad, según documentos internos de la empresa.
Los documentos también muestran que BP estaba preocupada por la seguridad de su plataforma mucho antes de lo que le señaló al Congreso en la audiencia de esta semana, señaló el diario este sábado.
El 22 de junio de 2009 los ingenieros expresaron su preocupación de que el revestimiento de metal que BP quería usar en el pozo pudiera colapsar bajo altas presiones, según The New York Times.
“Se trataría del peor de los escenarios posibles”, dijo Mark Hafle, ingeniero en perforaciones de BP, en un informe interno citado por el diario. “Sin embargo, he visto ese tipo de cosa ocurrir, o sea que puede ocurrir”, alertó.
No obstante, la empresa siguió adelante después de obtener un permiso especial, que violaba sus políticas de seguridad y estándares de diseño, agrega el informe.
Los informes internos no explican por qué la empresa permitió esta excepción.