El presidente Barack Obama se reunió este martes con sus pares de Brasil y Turquía, dos de los reticentes a apoyar las sanciones que promueve Estados Unidos contra Irán, dijo el canciller brasileño Celso Amorim.

El breve encuentro entre Obama, Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Recep Erdogan (Turquía) se basó “exclusivamente en Irán”, dijo Amorim.

Brasil y Turquía son miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos busca se aprueben nuevas sanciones contra Irán, país al que acusa de buscar desarrollar armas nucleares.

Obama pidió la reunión con Lula y Erdogan durante la cena oficial de la Cumbre de Seguridad Nuclear, y los tres se reunieron durante unos quince minutos.

Fue una reunión “franca, sincera”, en la que Lula le pidió a Obama que “le dé una oportunidad” a la posibilidad de una solución negociada al pulso con Irán.

Obama ha expresado que espera la aprobación de nuevas sanciones “en las próximas semanas” contra Irán, pero para ello debe contar como mínimo con la aprobación de los otros países del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto, entre ellos China.

Obama escuchó los argumentos de los dos presidentes, enfatizó Amorim.

“Tengo la impresión de que (Obama) no era nada negativo a que se encuentre una solución negociada”, pero el presidente estadounidense no se comprometió a nada, reconoció el canciller brasileño.

Irán, acusado de desviar su programa nuclear civil para obtener armamento, propuso hace casi un mes una nueva fórmula por la cual estaría dispuesto a intercambiar, de una sola vez y en su territorio, 1.200 kg de uranio enriquecido al 3,5% por combustible nuclear para su reactor de investigación científica.

Lula y Erdogan, que se reunieron bilateralmente el lunes, buscan modos de acomodar esa oferta iraní con las demandas cada vez más duras de los países occidentales.

Sin embargo, en la reunión con Obama “no se entró en detalles técnicos”, dijo Amorim.