En Gran Bretaña hay sectores que agitan “el fantasma bélico” cuando se trata de las islas Malvinas, manifestó este jueves el embajador argentino ante las Naciones Unidas, Jorge Argüello, en plena escalada entre ambos países por el petróleo del archipiélago.

“No es la primera vez que desde el Reino Unido, sea desde el oficialismo o sea desde la oposición, se agita el fantasma bélico”, dijo el diplomático argentino en una entrevista con la agencia oficial Télam.

Además, consideró “un desatino” sugerir que Argentina podría volver a embarcarse en un conflicto bélico para recuperar la soberanía de las islas Malvinas, ocupadas por Gran Bretaña desde 1833, y aseguró que continuarán por la vía diplomática.

Argüello respondió a las declaraciones del primer ministro británico, Gordon Brown, en otra entrevista.

“Los conservadores le están pidiendo (a Brown) que mande más refuerzo militar a las islas, sugiriendo la amenaza militar por parte de Argentina, lo cual es un desatino”, advirtió el embajador a la porteña radio América.

“La respuesta de Brown (a ese pedido) es: ‘señor, no hace falta que el Reino Unido mande tropas porque tenemos tropas más que suficientes para defender las islas en caso de un eventual ataque militar’. Es por lo menos una idea imprudente hablar de esto en el marco de una negociación diplomática, democrática y bilateral que viene siendo postergada”, insistió el embajador.

Argentina y Gran Bretaña se enfrentaron en 1982 en una guerra de 74 días que terminó con la derrota de las tropas de la entonces dictadura argentina, en la que murieron 649 argentinos y 255 británicos.

Argüello dijo que el canciller argentino, Jorge Taiana, le solicitará al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, que impulse una mesa de negociación entre los gobiernos argentino y británico para “discutir la cuestión de fondo: la soberanía de las islas Malvinas”, cuando se reúnan el miércoles en la ONU.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, firmó el martes un decreto que obligará a pedir autorización previa a los barcos que transiten entre los puertos de su país y las Malvinas, en respuesta a los planes británicos de prospección petrolera en las islas.