El delantero paraguayo Salvador Cabañas presenta signos de mejoría luego que fuera baleado el pasado 25 de enero en la cabeza en un bar de Ciudad de México.

“El edema cerebral parece que empieza a bajar, sus signos son mejores, empieza a tener movimiento, y eso es muy bueno”, dijo en rueda de prensa el doctor Ernesto Martínez, el médico que lo operó a comienzos de semana.

“Debemos esperar porque no está fuera de peligro, sigue con todos los riesgos (…), claro que puede empeorar. No podemos despertarlo aún porque se inquieta mucho y no es momento, tenemos que seguirlo apoyando con una buena oxigenación y trabajando con su nutrición para que siga evolucionando”, añadió.

Martínez reveló que la bala con la cual el paraguayo fue herido no se le extrajo por considerar que podía ser más peligroso que dejarla alojada en el cráneo. “No sabemos cuánto tiempo va a seguir así. Si él llega a despertar no se va a acordar de nada, este evento no se registró”, apuntó el médico.

Mientras tanto, la policía busca al hombre que apretó el gatillo, supuestamente un empresario que frecuenta el bar -popular entre celebridades mexicanas- después de haberlo identificado a él y a su guardaespaldas a través de las cámaras de seguridad.

Por otra parte, la esposa del jugador dijo a la televisión paraguaya que su marido pareció reconocerla y le apretó la mano. “Le dije qué día era, qué hora. Le dije que todo el mundo reza por él. Le conté quiénes vinieron a visitarlo y él me apretaba la mano y trataba de abrir los ojos”, dijo María Alonso a Canal 9, de Paraguay.

“Es un milagro que esté vivo”, aseguró la mujer y agregó que la hija de ambos, de 4 años, visitó a su padre en el Hospital Ángeles de la capital mexicana.