Médicos vasculares de la Universidad Católica recomiendan a los veraneantes estar atentos y tomar precauciones en caso de realizar viajes largos que impliquen escaso movimiento, por el riesgo de sufrir el “mal de clase turista” o trombosis venosas de piernas y muslos.

“Un viaje de más de 6 horas, en que existen pocas posibilidades de mover las extremidades inferiores, favorece que se produzca una trombosis, en especial si las rodillas están flectadas y no puede levantarse y caminar”, explicó el cirujano del hospital clínico mencionado, doctor Leopoldo Mariné.

Explicó que en esas posiciones se desarrollan “trombos (coágulos) en las venas profundas, que están ubicadas en la cercanía de arterias, nervios, huesos y músculos. Son distintas a las trombosis superficiales, o flebitis, que afectan a las venas superficiales y tienen menos riesgo clínico”.

El riesgo es que el coágulo pueda aumentar durante el viaje o en los días siguientes, avanzando hacia el muslo o desprendiéndose para ascender por la vena cava hacia el corazón y luego a los pulmones, lo que se denomina “embolía pulmonar”.

Dijo que si bien la incidencia de esta patología es baja y poco diagnosticada, “las embolias pulmonares fatales en viajes prolongados son 10 veces más frecuentes que en viajes cortos”.

Según el especialista, las personas con mayores riesgos son las embarazadas, adultos mayores, los obesos, quienes tienen estatura alta o muy baja, aquellas que han sido recientemente operadas, quienes tienen antecedentes de várices o problemas venosos crónicos en las piernas o quienes padecen problemas de coagulación, entre otros.

Aconsejó que antes de viajar hay que beber mucho líquido; no tomar alcohol porque produce sueño profundo y al no moverse, aumenta el riesgo; usar medias elásticas, y usar medicamentos anticoagulantes en pacientes de alto riesgo.

Recomendó durante el viaje caminar por el pasillo en caso de viajar en avión, tren o bus, y si viaja en automóvil detenerse después de 4 horas, caminar, “estirar las piernas” e hidratarse.

Del mismo modo, hacer ejercicios en el asiento; apretar repetidamente un acelerador imaginario con ambos pies y luego soltarlo; flectar las piernas subiendo y bajando (ponerse en cuclillas); levantar alternadamente las rodillas hasta el pecho en forma sucesiva y bajarlas lentamente; e inclinar el cuerpo hacia adelante llevando el pecho hacia las rodillas y las manos hacia los pies.