En la película “En la cama”, la protagonista encarnada por Blanca Lewin tenía una teoría acerca de las mujeres que se desviven por ir de shoping. Su ocurrencia consistía en que el acto de comprar compulsivamente responde a una necesidad de placer. Por lo tanto, aquellas que tienen esta manía, es porque son insatisfechas por sus parejas. Una idea que parece disparatada, pero tiene algo de cierto.

Shopping

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Existe un mal denominado por los psicólogos como “Shopaholic”, que consiste en la adicción a las compras. Quienes lo padecen son principalmente mujeres y se produce por un intento de llenar un vacío emocional. Es preocupante si pensamos que está compulsión podría llevarnos a la ruina, no sólo a nosotras, sino que también a toda nuestra familia.

Esta adicción es comparable con la dependencia al alcohol o las drogas, pues tiene características similares. En el portal Psicoactiva.com, la psicóloga Laura Romero aclara que el shopaholic es un deseo irrefrenable que se confunde con la necesidad de comprar y que la obsesión lleva a adquirir cualquier cosa sin reflexionar. ” Si no se compra se siente ansiedad, pero no tarda en aparecer un sentimiento de culpa, rabia contra uno mismo y tristeza. Aún así después se recae” afirma la profesional en el portal.

Según la revista digital Costumer hay una serie de situaciones que delatarían a una “shopahólica” como por ejemplo: al estar triste, cansada o enojada lo único que calma es ir de shoping; comprar con frecuencia cosas inútiles; tener muchos artículos que nunca se usan; sentirse insatisfecha a pesar de haber adquirido muchos objetos; gastar dinero sin darse cuenta, recibir críticas de gente cercana sobre la manía y usar el tiempo libre sólo en comprar.

Si te sientes identificada, aún estás a tiempo de hacer algo. Los profesionales en general recomiendan que antes de gastar, la persona debe preguntarse qué es lo que se necesita realmente y cuánto dinero dispone para gastar. Así como también es bueno buscar otras actividades de recreación.

Pero, sin duda, lo fundamental es ir al origen del asunto, es decir, el problema que provoca esa ansiedad. Es importante revisar la situación afectiva, sexual y económica , para poder identificar qué es lo que provoca esta adicción. Tener mucha ropa y artículos inservibles sólo da una felicidad pasajera que al cabo de unos minutos desaparece para volver al mundo real.