Una senadora opositora que efectuó una inspección en la principal penitenciaría de Tacumbú, en la capital paraguaya, denunció este martes que los presos consumen carne de perro y solicitó la intervención fiscal y de laboratorios para confirmar sus pruebas.
“Hemos logrado conseguir muestras de carne cocinada y congelada que hemos enviado a centros laboratoriales para confirmar si efectivamente es carne de perro”, dijo hoy a periodistas la senadora Ana de Acha, perteneciente a la cuarta fuerza política, Patria Querida.
La legisladora dijo que dio participación a dos fiscales para hacer oficial su denuncia.
“De confirmarse, se estaría exponiendo a más de 3.000 presos a contraer algún tipo de enfermedades como la leishmaniasis”, enfatizó.
El director de la penitenciaría Julio Acevedo negó enfáticamente la versión de Acha y le desafió a probar su denuncia.
“Que demuestre que lo que se consume dentro del penal es carne de perro”, replicó vehemente y aseguró que los resultados de laboratorio darán negativo.
Admitió no obstante que el presidio “puede tener falencias” por contar con una población penal que duplica su capacidad.
El edificio “es para 1.500 presos y hoy amanecieron 3.050, lo que demuestra que estamos con un alto hacinamiento”, manifestó.
La senadora Acha describió la cocina del presidio como “peor que una cocina de perros” por sus olores “nauseabundos”.
Dijo que inclusive duermen en el lugar los presos, “a una temperatura de 40 grados, con humo de leña y ropa colgada, camisas y toallas. Ni en el zoológico viven así los animales. Estamos hablando literalmente de una vida de perros”, señaló.
Insinuó que el presupuesto destinado a la compra de carne vacuna se estaría desviando para otros fines, denuncia que también fue rápidamente desmentida por el responsable de la cárcel.