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Comunistas y nostálgicos de la URSS celebraron el lunes el 130 aniversario del nacimiento del dictador soviético José Stalin, que sigue contando con numerosos admiradores pese a las deportaciones en masa y la eliminación sistemática de disidentes que caracterizaron a su régimen.

“Lo que hizo Stalin, en particular como responsable militar supremo, lo convierte para siempre en inmortal” aseguró el jefe del Partido comunista (PC) Guennadi Ziuganov, tras una ofrenda floral en la tumba del “padre de los pueblos”, ubicada en la Plaza Roja, tras el Mausoleo de Lenin.

Unas 1.500 personas participaron en la ceremonia, según la radio Eco de Moscú.

“Es una ceremonia para un verdugo (…) de los pueblos de la URSS, una fiesta sobre la sangre vertida de las víctimas”, afirmó por su lado, indignado, el líder del partido reformador Iabloko, Serguei Mitrojin.

“La propaganda del estalinismo debería ser prohibida”, escribe en una carta abierta divulgada el lunes.

Stalin sigue siendo venerado en Rusia por su papel en la victoria de los Aliados durante la Segunda guerra mundial. Pero su responsabilidad en la deportación y muerte de millones de soviéticos apenas es objeto de debate, especialmente en la cúpula del Estado.

Una mayoría de rusos (54%) admira hoy el liderazgo de Stalin. Pero un 58% de los encuestados opina que la Rusia actual no necesita un dirigente como Stalin.

A fines de octubre, el presidente ruso Dimitri Medvedev había declarado que ninguna razón de Estado justifica los millones de víctimas de las purgas estalinianas, en una inusual condena al dictador soviético.

“¿Verdugo o padre de los pueblos?”, se interrogaba el lunes la cadena independiente de televisión RenTV, antes de sorprenderse ante el hecho de que “son cada vez más numerosos los rusos que le perdonan sus varios millones de víctimas”.

“Stalin es un hombre político eminente, incomparable con los de ahora”, opina Dimitri Petrov, ingeniero de 50 años que rindió homenaje a Stalin en la casa de San Petersburgo donde vivió el dictador en 1917.

“Sólo se pueden cambiar las cosas con métodos duros. Y esos cambios no satisfacen a todos”, explicó a la AFP.

En medio del debate, una exposición “Stalin: mitos y realidad” — con fotos, retratos y documentos inéditos — se inauguró el lunes en Moscú.

“El interés de los rusos por Stalin es enorme, porque el liderazgo actual no propone ninguna idea nacional, y ha conducido al país a un callejón sin salida”, afirma su director, Yuri Iziumov.

El ministerio de Cultura no dio su autorización para que se celebre esta exposición, por lo que Iziumov, “miembro del PC desde 1960″, la organizó gracias a “donantes”, afirmó a la AFP.

Además, varios centenares de partidarios de Stalin, nacido en Georgia, se congregaron el lunes en su ciudad natal de Gori, portando banderas soviéticas.

Entre ellos se hallaba el nieto de Stalin, Evgueni Djugachvili, que denunció los ataques contra su abuelo, a menudo considerado el peor dictador del siglo XX.

“Es terrible que algunos coloquen a Stalin y Hitler en el mismo nivel. Stalin fue un libertador frente a Hitler, que fue un agresor, un colonizador de pueblos”, alegó ante la AFP el descendiente de Stalin.