Las fuerzas de seguridad mataron este jueves en Yemen a por lo menos 28 miembros de Al Qaida y capturaron a otros 17 en operaciones simultáneas que permitieron desbaratar atentados suicidas contra intereses extranjeros, según el ministerio de Defensa.

La ofensiva más importante tuvo como objetivo un campo de entrenamiento de Al Qaida en la región de Abyan (480 km al sudeste de Saná) y, según responsables locales, los bombardeos aéreos alcanzaron “por error” una aldea vecina, causando un número indeterminado de muertos entre la población civil.

Según un comunicado del ministerio de Defensa, “las fuerzas de seguridad, apoyadas por la aviación, llevaron a cabo una incursión contra un centro de entrenamiento de Al Qaida en la región de Abyan matando a entre 24 y 30 elementos, entre ellos unos extranjeros que supervisaban el entrenamiento”.

Un responsable local contactado por teléfono por la AFP afirmó que los bombardeos contra el campo de entrenamiento habían desbordado “por error” sobre la aldea de Al Maajala, causando una cincuentena de muertos, entre los que figura un número indeterminado de civiles. Este balance no se ha podido confirmar oficialmente.

La región de Abyan, que forma parte del antiguo Yemen del Sur, se ha convertido en los últimos años en una zona de reagrupamiento de combatientes islamistas, entre los que hay veteranos de Afganistán, que escapan al control de las fuerzas de seguridad.

La otra operación iba dirigida contra un grupo de la red extremista en Arab, una zona controlada por tribus a unos 35 km al norte de Saná. Murieron en ella cuatro miembros de Al Qaida, añadió el comunicado. El grupo “preparaba atentados suicidas contra instalaciones e intereses extranjeros y yemeníes, así como contra escuelas”.

Un total de 17 extremistas fueron arrestados en los ataques.

El ministerio de Defensa afirmó que se trataba de “operaciones preventivas exitosas” contra elementos de Al Qaida “que planificaban atentados”.

Según un responsable yemení que pidió el anonimato, las fuerzas de seguridad llevaron a cabo las incursiones tras recibir informaciones sobre “una importante operación planificada por Al Qaida en Saná”.

Yemen, país de origen de Osama bin Laden, el jefe de Al Qaida, fue escenario en los últimos años de atentados contra misiones diplomáticas, instalaciones petroleras y turistas extranjeros. Algunos atentados fueron reivindicados por Al Qaida.

Después de Arabia Saudí, Al Qaida parece haberse refugiado en el vecino Yemen, hasta tal punto que algunos expertos advierten de que este pequeño país del sur de la península arábiga podría convertirse en un santuario para la red extremista.

El gobierno del presidente estadounidense Barack Obama dice vigilar atentamente Yemen y Somalia, por miedo de que Al Qaida se haga fuerte en ellos una vez que Estados Unidos le corte las alas en Afganistán y en Pakistán, como espera hacer.