Cientos de payasos, con enormes narices rojas, rostros pintados y cabellos y ropas coloridas, caminaron este miércoles varios kilómetros por las calles de la Ciudad de México como parte de una peregrinación anual a la Basílica de la virgen de Guadalupe.
Los payasos, que desde hace 18 años realizan esta peregrinación, llevaban en sus manos imágenes de la virgen de Guadalupe, considerada la patrona de México, y a la que los profesionales de la risa le agradecieron en cartulinas “los favores concedidos este año” y le pidieron trabajo y salud para 2010.
La Basílica de Guadalupe se localiza en el norte de la capital mexicana, hasta donde llegaron a lo largo de la semana pasada más de cinco millones de fieles al conmemorarse el sábado el 478 aniversario de la aparición de la virgen morena, según la tradición católica.