Teléfonos móviles, computadores, consolas de video-juegos, televisores, cine: la cantidad de pantallas ha revolucionado los programas y la difusión de informaciones y obligado a internautas y periodistas a adaptarse a estas nuevas herramientas.

“La revolución digital trastorna nuestros modos de comunicación, de lectura y de recepción de imágenes” según Hervé Chabalier, presidente de la agencia CAPA y del Festival Quatre Ecrans (Cuatro pantallas) que concluye el viernes en París.

El espectador pasivo sentado delante del televisor fue reemplazado por un consumidor ávido de nuevos programas interactivos y de multimedia.

Las nuevas formas de recepción, en soportes fijos o móviles, han obligado a reflexionar sobre series, películas para televisión, documentales y noticieros.

“La tendencia apunta a los formatos breves y aún si la definición sigue confusa, oscila entre 1 y 10 minutos”, explicó un productor que pidió el anonimato. Pero en ese caso ¿a quién proponerlo?

Al consumidor del último grito tecnológico que lo verá en su móvil de nueva generación o al telespectador tradicional que se sienta frente al televisión para ver el noticiero de televisión central.

“Una productora que realiza una serie en formato breve, dudará hoy en día entre proponerla a un difusor tradicional de televisión y se orientará hacia un operador de telefonía celular”, explicó ese productor.

Y subraya que el mercado de los nuevos programas todavía sigue siendo “una jungla de producción pero se organiza progresivamente como un mercado estructurado”.

Los operadores telefónicos lanzaron hace poco llamados a licitación para formatos breves, en especial en ficciones.

El Festival Quatre Ecrans recompensó formatos tan diversos como los “fono-reportajes”, grabados por aficionados con sus teléfonos, o formatos de video de 3 minutos.

La interactividad es una de las palabras claves en la producción de programas nuevos, trátese de información, de documentales o de ficción.

Y ahora se habla de web-documentales, web-filmes y de “storytelling multimedia”, que a través de enlaces en internet permiten enriquecer casi al infinito los contenidos de un guión desarrollado, en un primer momento, de manera tradicional.

Es creciente el interés despertado por los “web-documentales” concebidos por periodistas que quieren conjuntar textos y fotos para sitios internet de su diario (New York Times, Le Monde, etc). Un producto multimedia modelo combina fotografía, texto, video e infografías fijas o animadas.

Se trate de información o de programas “nunca nuestros oficios se habían enfrentado a una ruptura tan radical, técnica y a la vez metodológica. Es un desafío y una suerte”, consideró Hervé Bourges, ex presidente del Consejo Superior del Audiovisual (CSA) en Francia.

Sin embargo, del lado de los periodistas “no está todo dicho”, considera Bourges, que critica el “conservadurismo de la profesión”.

“Hoy en día tenemos un verdadero público que permite hacer producciones verdaderas”, consideró Samuel Bollendorff, fotógrafo y autor de varios documentales para internet. Pero advierte: “es necesario que los periodistas se adentren en esos nuevos territorios. No los podemos dejar sólo a los internautas”, concluyó.