Sin pistas concretas y como ha sucedido en la gran mayoría de los casos, sigue el trabajo policial para esclarecer los 2 últimos atentados con bombas en la capital.

Recordemos que el martes explotó una bomba en el exterior del Hotel Marriot, ubicado en la comuna de Las Condes, y producto de la explosión un guardia sufrió una herida en uno de sus pies y además se provocaron daños a los ventanales de un banco.

En menos de 48 horas otro artefacto explosivo detonó, esta vez afectando a una sucursal del BancoEstado en la comuna de Recoleta.

También hubo destrozos a los ventanales de la entidad y un amago de incendio que obligó a movilizar a bomberos.

La explosión generó momentos de tensión entre los residentes del lugar quienes temieron por la integridad de alguna persona, especialmente de los propios guardias del banco.

Desde el año 2006 los resultados para esclarecer este tipo de ataques con bombas han sido mínimos.

Y una vez más el gobierno a través de su ministra vocera, Carolina Tohá, expresó su preocupación frente a estos hechos.

Tras la bomba que estalló en el exterior del hotel Marriot, el martes pasado, Carabineros ha reforzado sus rondas en la zona oriente de Santiago y los resguardos ante cualquier sospecha.

De hecho, un bolso dejado en las afueras de un banco en el barrio El Golf en Las Condes, alertó al Gope y por más de una hora se cortó el tránsito.

Claro que finalmente se trató de una falsa alarma; el bolso era de un escolar que momentos antes desconocidos se lo habían robado y después abandonándolo frente a la entidad financiera.