El presidente de Bolivia, Evo Morales, negó hoy que su país esté involucrado en una carrera armamentista en la región sudamericana, aunque ratificó la compra de seis aviones chinos para el combate al narcotráfico.
Fuente: Agencia AFP
“Esta compra de aviones no agrede a nadie, no es para una guerra; lamento mucho que algunos cuestionen la compra de aviones, sabemos de las necesidades que tienen las Fuerzas Armadas” especialmente en las tareas antinarcóticos, dijo Morales ante críticas internas y de congresistas de derecha de Paraguay.
En alusión a “algunas autoridades de países vecinos”, Morales desestimó -en una ceremonia de conmemoración de las fuerzas aéreas de su país- que la adquisición de las aeronaves forme parte de una carrera armamentista.
“Falso, la compra de aviones es especialmente para la lucha contra el narcotráfico, no es (..) ninguna carrera armamentista”, remarcó.
Bolivia optó por la compra de las naves chinas K-8 (Karakorum) -a un costo de 57,8 millones de dólares- tras denunciar que Estados Unidos no autorizó a la República Checa la venta a Bolivia de igual número de aviones, después de que La Paz expulsara el año pasado al embajador y a la DEA estadounidenses.
El decreto firmado por el presidente Morales señala que el material bélico será “un aporte a la lucha regional contra el narcotráfico, asegurando un debido control del espacio aéreo nacional en zonas sensibles y afectadas por esta problemática”.
“Este problema del narcotráfico afecta a la democracia, a la sociedad, a la vida humana y por eso todos, civiles, militares, policías y todas las instituciones del Estado y todas las fuerzas sociales de Bolivia, deberíamos debatir seriamente para enfrentar el tema del narcotráfico”, insistió.
El decreto autoriza además la compra de dos motores de repuesto, un simulador de vuelo K-8 y un sistema de vehículo de prueba KTS-2000W.