China y su aliada Corea del Norte reiteraron su amistad el lunes, en el segundo día de la visita a Pyongyang del Primer ministro chino Wen Jiabao, que lanza de nuevo la posibilidad de un retorno de Corea del Norte a las negociaciones sobre el tema nuclear.

Fuente: Agencia AFP.

“La historia ha demostrado que el desarrollo de las relaciones China-Corea del Norte concuerda con los intereses fundamentales y las aspiraciones comunes de ambos pueblos y es propicia para la paz y la estabilidad regionales”, indicó un comunicado del ministerio chino de Relaciones exteriores.

“Queremos trabajar de común acuerdo con Corea del Norte para reforzar la amistad y la colaboración”, agregó el texto, que incluye declaraciones del presidente chino Hu Jintao y de su Primer ministro Wen Jiabao.

En ese mismo comunicado, el dirigente norcoreano Kim Jong-il calificó de “tesoro común” esos lazos bilaterales.

Wen Jiabao fue objeto el domingo en el aeropuerto de una gran recepción en presencia de Kim Jong-il, desplazamiento reservado tradicionalmente a visitantes de alto nivel.

La agencia de prensa Xinhua (China nueva) anunció el lunes que Wen y Kim se entrevistaron por la noche.

“El Primer ministro Wen Jiabao se entrevistó el lunes con el líder supremo de Corea del Norte Kim Jong-il”, informó la agencia oficial china en su sitio internet, sin dar indicaciones sobre los temas abordados durante el encuentro.

El jefe de gobierno chino visitó el lunes un cementerio donde están enterrados soldados chinos muertos en la guerra de Corea (1950-53).

China y Corea del Norte están teóricamente ligados por un acuerdo de defensa mutuo desde 1961, que parece ya estar superado y desueto. China envió decenas de miles de “voluntarios” a combatir al lado de los del Norte durante la guerra de Corea.

Ambos países tienen desde hace 60 años relaciones estrechas tanto en el plano ideológico como económico, al ser China el primer socio comercial de Corea del Norte.

Sin embrago, han aparecido fricciones entre los aliados por la determinación de Corea del Norte de dotarse del arma nuclear.

El primer ensayo atómico de Corea comunista en 2006, seguido de muchos ensayos de misiles y de un segundo ensayo atómico en mayo pasado, provocaron tensión en las relaciones. A tal punto que Pékin apoyó las sanciones impuestas por la ONU tras el ensayo de mayo.

Los actos imprevisibles de Corea del Norte irritaron con mucha mayor razón a la diplomacia china puesto que el gigante asiático ha sido sede desde 2003 de las discusiones entre seis países (Corea del Norte, Corea del Sur, Estados Unidos, China, Japón, Rusia) tendentes a convencer a Corea del Norte de renunciar a su programa nuclear a cambio de ayuda energética.

Estas negociaciones están estancadas desde que el régimen estalinista abandonó las negociaciones en abril, tras un controvertido disparo de misil sancionado por el Consejo de seguridad de la ONU.

Sin embargo, han aparecido signos de apertura. Corea del Norte reiteró el domingo a través de la agencia oficial KCNA, que está dispuesta a participar en negociaciones bilaterales y multilaterales sobre su programa nuclear.

La agencia de prensa surcoreana Yonhap sugirió que Kim Jong-il podría hacer un “anuncio importante” sobre estas negociaciones.

Coincidiendo con la visita de Wen, Corea del Sur – que tiene malas relaciones con su vecino desde hace un año – afirmó el lunes que Corea del Norte tiene capacidades bacteriológicos militares y posee un arsenal de hasta 5.000 toneladas de armas químicas.

El cólera, la fiebre amarilla, la fiebre tifoidea, el tifo o la disentería podrían ser utilizadas por el estado norcoreano en el marco de una guerra bacteriológica, indicó el ministerio.