El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y el gobierno de facto de Roberto Micheletti, avanzaban por separado en la concreción de un posible diálogo con la mediación de la OEA, mientras crecen las voces de rechazo a la suspensión de libertades civiles.
Fuente: AFP
El enviado del secretario general de la Organización de Estados Americanos, el chileno John Biehl, quien se reunió ayer con Zelaya en su refugio en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, se encontrará hoy con Micheletti, en víspera del arribo de una avanzada de cancilleres del organismo.
El diplomático chileno prepara la llegada el 7 de octubre a Tegucigalpa de una misión de cancilleres de la OEA, encabezada por el secretario general José Miguel Insulza, que podría marcar oficialmente la apertura de una mesa de negociación.
Empresarios hondureños, que apoyaron el golpe militar, propusieron la restitución de Zelaya pero con poderes limitados, en tanto la Iglesia católica, criticada por pedir hace tres meses el no retorno del presidente depuesto, impulsa la reanudación de las negociaciones bajo mediación de Arias.
Mientras tanto, una tensa calma se vivía en el país, donde rige desde el domingo un criticado decreto con el que Micheletti restringió las libertades de movimiento, asociación y prensa, con lo que intenta acallar las manifestaciones en su contra y en virtud del cual ya sacó del aire a Radio Globo y canal 36, fieles a Zelaya.