Los embajadores hondureños en Estados Unidos, Bélgica y Chile fueron los únicos que, tras el golpe de Estado que sufrió Manuel Zelaya, se manifestaron a favor del gobierno de facto de Roberto Michelletti.

Esto produjo que la canciller de Honduras, Patricia Rodas, enviara una carta a estos tres estados solicitando el retiro de la visa e inmunidad diplomática a estos tres representantes de su país, lo que fue acogido por todos, menos por nuestra nación.

Esto produjo la furia del senador y candidato presidencial del Movimiento Amplio Social, Alejandro Navarro, quien insistió en que el embajador Francisco Martínez debe ser expulsado del país inmediatamente.

A lo que la ministra secretaria general de Gobierno, Carolina Tohá, respondió que Martínez fue advertido en su momento, y a partir de esa fecha no ha vuelto a emitir comentarios de ese tipo, por lo que el tema ya está superado.

Reacción que fue respaldada por el senador de RN, y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la cámara alta, Sergio Romero, quien sostuvo que en estos casos siempre es bueno esperar a que se solucione el tema de fondo.

A juicio de Romero, lo más sano es respetar la soberanía interna de los países, pero aseguró que de confirmarse la existencia de esta carta, el gobierno chileno debería actuar en consecuencia a lo solicitado por Honduras.