Las autoridades del noreste de la India decretaron el toque de queda en la capital del estado de Manipur después de las violentas protestas por el asesinato de un ex insurgente.

Al menos 40 personas resultaron heridas el lunes y martes en Imphal durante los choques entre la policía y los manifestantes.

Las protestas se encendieron tras la aparición en el semanario Tehelka de fotografías que mostraban a comandos de policía arrastrando a un ex rebelde hacia el interior de una farmacia en Imphal el 23 de julio y luego sacando su cuerpo.