Cuando se habla del Impeachment, el proceso de destitución​, reprobación o revocación del mandato, contra un presidente de EEUU, los niveles de tensión y atención se activan en propios y extraños.

Con lo anterior, lo que pasará este miércoles en el congreso estadounidense, debe quedar más que claro, sobre todo si tiene repercusiones.

El pecado de Trump

El Partido Demócrata acusa a Trump de prácticamente realizar chantaje a su par ucraniano Volodimyr Zelenski, a quien habría condicionado ayuda militar (400 millones de dólares) para su guerra contra separatistas prorusos. La prueba más importante es una conversación telefónica entre ambos, ocurrida en septiembre pasado.

Lo que Trump le pidió a cambio, según la acusación, fue que investigara a su eventual rival electoral (en 2020) Joe Biden.

El hijo de Biden tenía negocios con una empresa gasera de Ucrania y se supone que su padre lo ayudó a prosperar con éstos, al punto de presionar por la destitución de un alto fiscal de ese país que investigaba presuntas irregularidades en las actividades de Hunter Biden.

Un informante filtró la información, generando todo un sismo en la Casa Blanca. A la oposición le brindó la oportunidad de revelar la “falla” del mismo y el grado de afectación en el prestigio local internacional de EEUU.

Agencia France-Presse
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El proceso de hoy

El escenario de este día es la Cámara Baja del Congreso.

Ayer, el comité de reglas del recinto ultimaba los detalles de lo que se vaticina como un feroz debate entre demócratas y republicanos, previo a la votación de este miércoles. El congreso puede rechazar o acusar formalmente a Trump de abuso de poder y obstrucción al congreso, ya que en la etapa de investigación fue señalado de “quebrantar la separación de poderes”.

Se trata de dos artículos (acusaciones) cuya existencia fue formulada y aprobada el pasado 13 de diciembre en una votación preliminar de los legisladores. La jornada se desarrolló durante 14 horas de debate intenso, previo a una investigación de 3 meses en 6 comisiones diferentes. Los republicanos lo acusan de irregular.

Con los antecedentes en la mesa y la “querella” oficializada, 51% de los 435 congresistas debe votar hoy a favor de los artículos, dando vía libre al juicio. Si se cumple la aritmética, la próxima etapa ocurriría en el Senado (Cámara Alta) a inicios del 2020.

Elevar las cosas a esa instancia parece que es la opción que prosperará este día, ya que medios locales como The Herald, aseguran que, de los 231 demócratas en el congreso, únicamente 2 no estarían de acuerdo con el Impeachment al mandatario.

Los 197 republicanos pondrán la resistencia, pero parte de la prensa estadounidense cree que algunos de ellos se alinearán a la intención de sus rivales políticos. Eso está por verse, pero hoy es un rumor de pasillo legislativo.

La líder demócrata Nancy Pelosi, conseguiría, según los pronósticos, la anhelada mitad más uno de los legisladores para dar luz verde a la votación que busca la destitución de Trump.

Agencia France-Presse
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Otros pronósticos sostienen que al menos 15 congresistas demócratas no votarían a favor de llevar a Trump al juicio en el Senado, ya que estaría en juego su futuro político con los votantes conservadores de sus respectivos estados.

“Mis años al servicio del ejército me han enseñado a poner a nuestro país primero, no a la política”, dijo Mikie Sherrill, congresista demócrata de Nueva Jersey, al conocer de la posible jugada de algunos de sus compañeros.

Trump: a 67 votos de la destitución

Como se vaticina probable el Impeachment contra Trump, debido a la cómoda aritmética de los republicanos en la Cámara Baja del Congreso, la verdadera batalla del mandatario debe librarse a inicios de 2020 en el Senado.

En esta etapa de su futuro político es cuando entrarán en juego una especie de fiscales para probar lo que denominan la culpabilidad del mandatario, quien contará con un equipo defensor.

Los “fiscales” de Trump ante el Senado, ya están identificados. Los senadores demócratas echarán mano de “delegados escogidos” entre los miembros de la Cámara de Representantes (congresistas) para básicamente repasar la evidencia. El proceso, presidido por el presidente de la Corte Suprema, será en privado, excepto el veredicto.

La idea es que, con el equipo haciendo un frente tipo fiscal, se demuestre con la información recabada durante 3 meses lo que llaman abuso de poder del mandatario estadounidense debido a la presión que ejerció contra su par de Ucrania para lograr debilitar a su presunto rival en las urnas, Joe Biden.

La defensa de Trump irá por cuenta de la Casa Blanca. Los abogados a disposición el mandatario, tienen la tarea de refutar la acusación que el mismo jefe de Estado considera una táctica de la oposición dado el apoyo para ser reelegido.

Sin embargo, el fin de la era Trump en el poder estadounidense es bastante improbable. 100 miembros integran el Senado. 53 republicanos, 45 demócratas y 2 independientes que están alineados con la oposición. Imaginen a todos en un gran jurado en una sala, pero dividido. Juez y parte del proceso defendiendo su causa.

Para lograr la destitución del mandatario, se necesitan 67 votos, es decir, una veintena de entre los republicanos.

Es ahí cuando se vislumbra improbable que dentro del partido de Trump esté la llave para expulsarlo de la presidencia.

Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana, aseguraba hace algunos días “no hay posibilidad”.

Mitch McConnell, lider republicano / AFP
Mitch McConnell, lider republicano / AFP

El exsenador republicano Jeff Flake, no fue tan optimista en sus declaraciones a CNN. Aseguró que hay “al menos 35” republicanos que votarían para sacar a Trump si los votos se mantuvieran en secreto.

Los tuiteos de Trump: ¿nerviosismo?

En los últimos días, y en medio del proceso en su contra, el mandatario ha echado mano de su arma de comunicación más efectiva: Twitter.

“Es difícil de creer (…) después de tres años de caza de brujas”, escribió. Pero “los estadounidenses son inteligentes, ¡ven nuestra maravillosa economía y todo lo demás!”.

Los momentos que evidencian la inquietud del mandatario se dejan ver con cada publicación en la que desacredita a sus rivales, pero también los considera parte de una injusta campaña en su contra.

123 tuits en menos de 24 horas fue el récord de un activo Donald Trump en el marco de las primeras etapas de la ruta a su Impeachment.

La situación podría replicarse en las próximas horas con la jornada de hoy en la Cámara Baja. Qué decir del evento principal en el Senado cuando inicie 2020 y con ello la batalla más crucial para el polémico jefe de Estado.

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