Alrededor de dos meses alcanzó a estar en circulación “Los ojos de la verdad” (Editorial Planeta, 2019), la novela inspirada en el caso de Nabila Rifo, quien el 14 de mayo de 2016 fue brutalmente atacada por Mauricio Ortega, su expareja, condenado en 2017 por lesiones graves gravísimas, lesiones graves y violación de morada luego que la víctima fuese encontrada en una calle de Coyhaique con fracturas en el cráneo y con sus dos globos oculares arrancados de sus cuencas.

Desde que se dio a conocer el hecho, Nabila Rifo se convirtió en una emblema de la violencia de género en el país. Y a casi dos años del juicio que condenó a su victimario, un relato de ficción ya se aventuraba en contar su historia.

Con una cita de la película Rocky al inicio del texto (“Las cosas son rudas en el cuadrilátero, pero lo peor es a la mañana siguiente”), en diciembre de 2019 debutó en el mercado “Los ojos de la verdad”, una novela de 296 páginas del profesor y poeta local Eleodoro Sanhueza, que fue presentada por su editorial como “el oscuro e impactante thriller que ficciona el caso de Nábila Rifo”.

Esta era la sinopsis con que Planeta describía la novela: “En Coyhaique, a más de mil quinientos kilómetros de Santiago, un macabro crimen remece a la región de Aysén: una mujer es encontrada en la calle, a dos cuadras de su casa, brutalmente golpeada. Sus globos oculares han sido arrancados de las cuencas. Muy rápido, tal vez demasiado, el esposo de la víctima es señalado como el culpable. Pero ¿es posible que haya otro involucrado?”.

Si bien se centraba en el personaje de Judit Rivas, nunca fue un misterio la fuente de inspiración de la trama. En un dossier de prensa sobre la publicación, el autor se refirió al proceso de investigación que llevó a cabo para escribir la novela.

“Me documenté revisando lo publicado en la prensa, realicé un trabajo de escucha del juicio llevado a cabo en Coyhaique, leí la sentencia que estaba construida según las investigaciones policiales y revisé lo que logró armar la parte querellante, vale decir, la fiscalía con su grupo de abogados. Por último, hubo también una investigación en terreno”, comentó Sanhueza.

A su vez, también habló de la circunstancias que rodearon el caso, aventurándose incluso con un par de teorías:

“Coyhaique es un territorio muy aislado, muy rural. La ruralidad es capaz de configurar a un tipo de persona con pocas habilidades de comunicación. Asimismo, la ruralidad también es sinónimo de soledad, y la soledad puede ser un elemento que configure a individuos con cierta agresividad o con pensamientos retorcidos”, dijo, y agregó: “El consumo de alcohol de este territorio es un factor que influye bastante en el comportamiento de las personas. Sabemos que el suceso en el que está inspirado este libro tiene como protagonista al alcohol, así como también a la falta de comunicación y —por qué no decirlo— a una baja escolaridad”.

A días del debut en librerías, fue la propia Nabila Rifo quien desacreditó la publicación de “Los ojos de la verdad” mediante un comunicado de prensa difundido por su abogada.

“Comienzo redactando este llamado público con mucho dolor y desconcierto ante los nulos avances en respeto a las personas que hemos sufrido de violencia de género”, se lee al inicio del mensaje, donde deja en claro que nunca se reunió con el autor, ni mucho menos lo autorizó para comercializar la novela.

“(Eleodoro Sanhueza) redactó un libro en base a mi caso y lo está publicitando utilizando mi imagen, diciendo que ficcionó con mi historia ‘para evitar problemas’, pero lo vende y presenta utilizando mi nombre y la historia de violencia desde mi persona… O sea, no hemos avanzado nada”, agregó Rifo, quien hizo un llamado “a las personas que han empatizado con mi situación, que pueden entender lo duro que es para mí seguir con mi vida, para que no compren el libro”.

En diálogo con La Radio, Nabila ahondó en su relación con Sanhueza: “Él se puso el parche antes de la herida porque puso ficción, pero en realidad es todo sobre mí”, dijo.

“El año pasado me llamó en un tiempo en que estaba mal, para decirme que el quería hacer un libro mío, yo le dije que igual quería hacer un libro, pero él nunca me dijo que lo tenía listo. Cuando me dijo qué me parecía, yo le dije que no lo autorizaba a que él me hiciera un libro a mí, porque no sabía qué podía poner, si él a mí no me conoce”, agregó.

Tras presiones de grupos feministas que se sumaron al boicot de la novela, y de autoras chilenas del sello a cargo, Editorial Planeta optó por sacar de circulación el libro.

“Debido a las repercusiones que ha tenido dicha publicación hemos decidido suspender la circulación del libro, lo que ha sido conversado con su autor, entendiendo que ha generado un efecto no deseado por esta casa editorial”, señalaron mediante un comunicado difundido el martes de esta semana.

A su vez, señalaron que siempre se trató de un texto de ficción, y que por consiguiente “bajo ninguna circunstancia Grupo Planeta lo ha considerado, difundido, ni presentado como un libro testimonial o biográfico”.

Francisca Solar, una de las autoras chilenas más exitosas de Editorial Planeta, agradeció la decisión del sello y transparentó la incomodidad que su publicación había generado.

“No saben el alivio que es para mí leer estas palabras. Los últimos días fueron muy tensos, en los que se ejerció presión desde diversos frentes, entre ellos varias autoras de esta casa editorial (en especial @miauastral (Consuelo Ulloa) y @carmentuitera (Carmen Castillo) quienes pedimos explicaciones y exigimos una postura clara, esperando que la editorial reconsiderara la distribución de esta ‘novela’ que a todas luces era un acto de violencia de género”, señaló a través de Instagram.

“Me alegra mucho que Planeta haya tomado la decisión más sensata y, desde mi mirada, la única correcta. La literatura no puede ser un terreno de ‘todo vale’, debe tener límites éticos, y en esta oportunidad se habían transgredido, ignorando una petición expresa de la víctima sobre la no exposición de su caso sin su consentimiento, forzándola a la revictimización”, agregó.

A través del diario La Tercera, el autor detrás de Los ojos de la verdad calificó la decisión del sello como un acto de censura.

“Yo creo que finalmente gana la censura, y pierde la libertad de expresión, en un país irreflexivo, que utiliza las redes sociales para distorsionar sin tener la lectura previa de un libro. Muchos de los comentarios son sin fundamentos, y que han llevado a esta decisión. La cual ha sido tomada en mutuo acuerdo entre la editorial y yo”, dijo.

Sobre las razones detrás la decisión, Sanhueza fue enfático: “Es un gesto de respeto hacia ella (Nabila Rifo), porque de ninguna forma se ha querido dañar su persona, es un libro de ficción de un suceso que fue altamente conocido y difundido por la prensa. Ojalá que este gesto permita que se deje de distorsionar la información”.

Consultado por la curiosa cita de “Rocky” al inicio del texto, y sobre la falta de empatía que esto podría generar en la víctima, el autor se excusó en Abner Pizarro, el personaje basado en Mauricio Ortega. “Está pensado en el victimario, o sea, desde el punto de vista del victimario. Me imaginaba cómo se sentiría cuando despertó y se dio cuenta de lo que había hecho, por eso la cita”.

Editorial Planeta.
Editorial Planeta.