El presidente Nicolás Maduro advirtió el miércoles que Venezuela vivirá una convulsión social si el proyecto revolucionario no sale del “atascadero“, tras la aplastante derrota frente a la oposición en las elecciones parlamentarias.

“O nosotros salimos de ese atascadero por la vía de la revolución o Venezuela va a entrar en un gran conflicto que va a afectar a toda la región latinoamericana y caribeña”, dijo Maduro ante cientos de partidarios reunidos en una “asamblea popular” frente al palacio de Miraflores.

Desde una improvisada tarima, el mandatario señaló que el chavismo cayó en ese bache por la “guerra económica” -que atribuye a la oposición y a un grupo de empresarios-, pero también por sus “propios errores”, la “burocracia y la corrupción que envolvieron las políticas revolucionarias“.

Al coro de “golpe de timón” por parte de sus simpatizantes, Maduro aseguró que no se rendirá y combatirá junto a las bases partidistas, al tiempo que reiteró que en Venezuela no hubo un triunfo opositor, sino una victoria circunstancial de una “contrarrevolución fascista sin respetar las reglas de juego”.

“Estoy armando una estrategia con los aportes de las asambleas populares que se están dando. Llamo al debate revolucionario crítico, autocrítico. Estoy dispuesto a encabezar una revolución radical“, afirmó el gobernante, quien reiteró que no va a “entregar la revolución”.

El domingo pasado, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD, centroderecha) logró el control total de la Asamblea Nacional tras 16 años de dominio chavista.

Cientos de simpatizantes chavistas se congregaron desde la tarde en las cercanías de Miraflores para una “asamblea popular”, reuniones convocadas por Maduro para discutir propuestas destinadas a enfrentar la crisis económica -reflejada en la escasez de productos básicos e inflación- y superar el revés electoral.

“El presidente tiene que mejorar la situación del país, pero todavía creo en él, creo en la revolución. Tiene que hacer muchos cambios: los alimentos, la delincuencia, hacer un plan de trabajo para la gente”, declaró a la AFP Yarelis Hernández, una docente de 38 años.