Estados Unidos prometió seguir combatiendo a los extremistas este domingo, luego de realizar el sábado dos operativos especiales contra jefes islamistas sospechosos de actos terroristas, uno en Libia, donde fue capturado un miembro de Al Qaida, y otro en Somalia contra un jefe de los shebab.

Un portavoz del Pentágono, George Little, confirmó el sábado de noche que miembros de las fuerzas especiales estadounidenses capturaron en Libia a Abu Anas al Libi, uno de los presuntos líderes de Al Qaida, buscado por Estados Unidos que lo acusa de haber jugado un papel clave en los atentados contra embajadas estadounidenses en Tanzania y Kenia en 1998.

El detenido está en manos del Ejército estadounidense en “un lugar seguro, al exterior de Libia”, precisó el portavoz, quién afirmó que la operación “fue aprobada por el presidente Obama”. El detenido podría ser transferido a Estados Unidos.

Abu Anas al Libi, de 49 años, está procesado por un tribunal de Nueva York por su presunta pertenencia a Al Qaida.

Tras la operativo, el secretario de Estado norteamericano John Kerry aseguró que su país “jamás dejará de perseguir a culpables de “actos de terrorismo”.

“Nosotros esperamos que esto deje claro que Estados Unidos de América jamás cesará en sus esfuerzos de atrapar a los culpables de llevar a cabo actos de terrorismo”, dijo desde Bali, Indonesia.

Libia pide explicaciones

El domingo, el gobierno libio pidió explicaciones sobre el operativo a Estados Unidos, y argumentó que no estaba al corriente de la operación militar que condujo a la captura de Abu Anas al-Libi el sábado.

La CNN, que citaba un responsable de Estados Unidos, había indicado con anterioridad que el gobierno libio estaba informado de esta operación, llevada a cabo a plena luz del día en Trípoli.

Esta captura pone fin a una búsqueda de más de trece años.

Abu Anas al Libi, de 49 años, miembro del Grupo Islámico de Combate Libio (Gici) antes de sumarse a Al Qaida, figuraba entre las personas más buscadas por el FBI, que ofrecía por su captura cinco millones de dólares, y podría ser juzgado en Estados Unidos.

Esta captura pone fin a una búsqueda de más de trece años.