Tres ataques con bomba estremecieron este jueves ciudades del noreste de Nigeria donde fue decretado el estado de emergencia, tras expirar un ultimátum fijado por la secta islamista Boko Haram a los cristianos para que abandonen el norte de mayoría musulmana.

Los ataques, que no habrían dejado víctimas, fueron reivindicados por Boko Haram. Este grupo vinculado a Al Qaida es responsable de cientos de muertos en atentados en los últimos meses, en un contexto de violencias religiosas y étnicas en el norte.

“Somos responsables de los atentados con bomba de esta tarde en Damaturu y Maiduguri. Es una respuesta al fin del ultimátum que le dimos a los cristianos para que abandonen el norte”, declaró a la AFP Abu Qaqa, que a menudo habla en nombre de la secta islamista.

Las autoridades atribuyeron a Boko Haram la ola de ataques contra cristianos y militares el día de Navidad. Cuarenta y nueve personas murieron en explosiones contra particulares e iglesias, en el centro y el noreste, todas reivindicadas por la misma secta.

“Hubo dos explosiones en el barrio de Mairi este miércoles en la noche. Los artefactos estaba en una zanja y estallaron cuando no había nadie en los alrededores”, indicó a la AFP el portavoz de la fuerza militar especial desplegada en Maidiguri.

Estas violencias se producen mientras el país es escenario de una importante contestación luego de que el domingo el gobierno anunciara el fin de las subvenciones para los combustibles, lo que provocó una importante alza de la gasolina.

Desde el lunes ha habido varias manifestaciones contra el alza de la gasolina en Lagos, Abuja y Kano, que fueron dispersadas violentamente por la policía.

Una de las dos explosiones en Maiduguri, afectó a un cuartel de la aduana y destruyó una casa, afirmó una fuente aduanera.

La explosión a Damaturu alcanzó de lleno a un bar al aire libre, según un cliente.

Estos ataques son los primeros incidentes registrados desde el término del ultimátum de Boko Haram, que el domingo en la noche dio tres días a los cristianos para abandonar el norte de Nigeria, de mayoría musulmana.

Abul Qaqa también había advertido que la secta combatiría las tropas gubernamentales en las zonas declaradas en estado de urgencia por el presidente Goodluck Jonathan después de la reciente ola de atentados.

Las autoridades habían indicado no tomar en serio las amenazas, pero de todas maneras había tomado algunas medidas preventivas.

Pero el miércoles, hombres armados atacaron una comisaría en el Estado de Jigawa (norte), matando a una adolescente.

Nigeria es el país más populoso de Africa, con 160 millones de habitantes con más o menos el mismo número de musulmanes, mayoritarios en el norte, que de cristianos, más numerosos en el sur.

Representantes cristianos del norte amenazaron con defenderse y responder en caso de nuevos ataques. El sábado, los obispos católicos habían pedido al presidente Jonathan llamar a expertos extranjeros para combatir Boko Haram.