Tia Freeman (22), experta en computación de la Fuerza Aérea Estadounidense, vivió, probablemente, la mejor historia de su vida cuando hizo un viaje en avión desde Estados Unidos hacia Alemania por sus vacaciones, teniendo 8 meses de embarazo.

Cuando el avión realizó una escala de un día en Estambul (Turquía), la norteamericana comenzó con el trabajo de parto mientras estaba en el aeropuerto, por lo cual decidió dar a luz en un hotel valiéndose de tutoriales de youtube.

Freeman contó su historia, paso a paso, a través de su cuenta de Twitter, donde relató desde el momento en que empezaron las contracciones hasta que tuvo a su hijo en los brazos.

Según relata el medio americano Huffington Post, la joven había sido informada de su situación de embarazo recién al sexto mes de gestación. “En el momento que me vivieron dolores en el estómago pensé que me había intoxicado con algo que había comido en el avión”, contó.

Sin embargo, sintió que el trabajo de parto estaba empezando cuando se encontraba pasando por la aduana en Turquía, situación que la alteró.

“Literalmente me agarré a la barandilla tratando de pasar las líneas. En este punto sentí que estaba a punto de desmayarme. Sentí que tenía que vomitar, pero pensé un momento y me di cuenta que estaba por parir”, afirmó.

Fue en ese momento en que decidió que no iba a tener a su bebé en el aeropuerto y se dirigió a un hotel cercano para arrendar una habitación y realizar el trabajo por ella misma.

“Entonces, en la forma Millennial decidí buscar un tutorial rápido en Youtube. Si nadie más estaba allí para ayudarme por lo menos lo podía hacer Internet. Así que pasé mi experiencia solitaria en la habitación, aprendiendo como dar a luz a mi propio bebé”, agregó.

De esta forma, se metió a una bañera con agua tibia y usó dos toallas, una para morder con sus dientes para aguantar el dolor y otra para recibir al bebé cuando este naciera.

“Las contracciones venían a mi cada minuto. Entré a la pieza, llené la bañera con agua y me puse una toalla en la boca para gritar y empujar al mismo tiempo. Nunca sentí un dolor como este en mi vida, creía que me estaban abriendo. Necesitaba una epidural”, aseveró.

Tras 6 minutos de empujar y gritar, el bebé salió desde su vientre y se incorporó en el agua de la bañera.

“Por suerte, todo pasó muy rápido. Sólo tuve que empujar por 6 minutos antes que el bebé saliera. El bromista llegó al mundo y flotó directamente sobre el agua”, afirmó.

Después de revisar el sexo del bebé, Freeman buscó en Google la forma cómo debía cortar el cordón umbilical de su hijo sin alguna herramienta apropiada.

“No había ninguna abrazadera como sugirió Internet, pero había cordones de zapatos. Como en Turquía se bebe mucho té, en la pieza había un hervidor. Así herví un poco de agua para esterilizar los cordones y usarlos de abrazaderas”, dijo.

Entonces, tras esterilizarlos, usó los cordones para cortar el umbilical. Después de limpiar todo el cuarto de baño, el cual lucía como “una película de terror”,se fue a dormir con su hijo recién nacido después de haberlo amamantado por primera vez.

Al día siguiente, se dirigió al aeropuerto para averiguar cómo podía dejar el país con un recién nacido. Debió convencer a la policía y la aerolínea acerca de la historia. El suceso se convirtió en noticia nacional.

Tras la conversación en el terminal aéreo, Freeman fue llevada al consulado de Estados Unidos, donde levantó una solicitud para un certificado de nacimiento de su hijo y un pasaporte, donde lleva el nombre: Xavier Ata Freeman.

Después de realizarse una revisión completa en el hospital, pasó dos semanas más en Turquía como turista, los gastos fueron pagados por Aerolíneas Turcas.

“Tan pronto como pude regresé a mi país. Recibí muchas visitas de personas que llevaron regalos y conocieron a Xabier. Se enteraron unos cuatro días después de que yo le diera a luz mientras todavía estaba en Estambul. Así que, por supuesto, llamaron todos los días, con ganas de hablar con él, ver fotos y videos y verificar que estuviéramos bien “, relató a The Independent.

Cabe señalar que el promedio de retuiteos que tuvo Tia Freeman al contar su historia en la red social fue de 30 mil por cada tuit, todos comentando el coraje al pasar por esta situación.