La joven española Victoria Hohenlohe Schmidt-Polex estudia Relaciones Internacionales en el Instituto de Empresa de Madrid (España). Si alguien la viera pasar por la calle no notaría que ella es parte de una gran herencia de nobles antepasados en su país, ya que viste con la simpleza de una muchacha de 21 años.
Sin embargo, desde la muerte de su padre, Marco de Hohenlohe, a causa de un cáncer en 2016, Victoria tomó una decisión clave: no renunciará a ninguno de los títulos de herencia de sus antepasados, los cuales suman 43 en total.
Si bien esto no se traduce en fortunas de dinero ni regalías tributarias, significa un legado que conlleva posesiones inmobiliarias donde se llevaron a cabo hazañas en la historia de España, además de la responsabilidad de tener sobre sus hombros distinciones y tradiciones familiares.
Su difunto padre fue heredero del ducado de Medinaceli, el cual es un título con Grandeza de España, ya que da nombre a una de las casas nobiliarias con más tradición y alcurnia del país europeo, debido a que descienden del rey Alfonso X, “El sabio”.
Según relata el diario español El País: “Cuando la joven todavía lloraba su muerte reclamó, a finales del verano de 2016, los títulos que ya poseía su progenitor y se subrogó en una solicitud que su padre interpuso en 2014 para sumar a su ducado de Medinaceli, otros 38 expedientes nobiliarios, nueve de ellos con grandeza de España que pertenecieron a su abuela, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba”.
Por otra parte, Victoria se crió en la ciudad de Munich (Alemania) tras la separación de sus padres en el año 2004. Su madre, Sandra Schmidt-Polex, estuvo casada con Marco Hohenlohe durante 8 años y pese a ser de ciudadanía alemana nunca perdió los lazos con España.
A pesar de vivir separados por cientos de kilómetros, Victoria siempre fue más cercana con su padre, a quien acompañó durante sus últimos meses de vida, antes que muriera a los 54 años de edad debido a un cáncer que se había agravado durante el año 2015.
Según historiadores españoles, una de las características que heredó Victoria de su padre fue el sentido del humor y la sencillez con que vive su vida pese a tener un legado familiar único y el peso de 43 títulos de nobleza.
Por el momento, la mujer continuará con sus estudios y llevando su vida social alejada de actividades públicas o reuniones de alta sociedad, para mantener amistades de su mismo grupo etáreo.
