Hay que aceptar que los uniformes de colegio no son las prendas de vestir más entretenidas que existen, pero tienen sus beneficios como por ejemplo que los niños crezcan viendo a sus compañeros de igual a igual.
Hoy, sin embargo, los colegios se han vuelto un poco más flexibles en este tema y el mercado ha sabido sacarle provecho.
Un ejemplo claro son los zapatos, pues durante años las mamás se encargaban de comprar un calzado que durase todo el año, pero que casi siempre era el más aburrido. Pero eso ya es parte del pasado, pues hoy se pueden encontrar modelos con las 3B que facilitan enormemente el trabajo de los padres.
A continuación te contamos cuatro razones con las que te sentirás identificado.
1. Variedad de estilos:
Los niños de hoy pueden encontrar zapatos, que si bien también son oscuros, juegan con los estilos y la moda. Existen modelos clásicos con cordones, otros sin cordón, otros que parecen zapatillas y otros que parecen haber salido de una revista de montañismo. En definitiva, hay zapatos para todos los gustos, algunos incluso del gusto de los adultos.
2. La comodidad
Gracias a la tecnología que han ido desarrollando las empresas de calzado, los escolares ya no tienen que elegir entre la comodidad y el estilo. La mayoría viene con plantillas suaves que nada tienen que envidiar a las zapatillas, lo que te permite pasarlo mejor en los recreos. El calzado escolar actual te permite correr, saltar, bailar, y una movilidad que los zapatos de antaño no entregaban.
3. La marca favorita de su hijo también es una opción
Antes eran siempre las mismas marcas las que acaparaban el mercado del calzado escolar, sin embargo, actualmente prácticamente todas tienen una colección dedicada a este tipo de zapatos. Romano, Panama Jack y Cat son sólo tres de las que más opciones ofrecen.
4. Pueden ser usados fuera de clases sin que nadie lo note
Los diseños modernos que ofrecen las marcas permiten que puedan utilizarse fuera de la sala clases, pues combinan con ropa casual y no sólo con el uniforme. De hecho, las diferencias entre un botín de invierno y algunos zapatos escolares de esta temporada son prácticamente nulas.
