Aunque muchas personas no le den la relevancia adecuada, el lenguaje no verbal puede llegar a ser mucho más importante que las palabras, pues en ocasiones es simplemente sincero.

Para la mayoría estos son gestos innatos que aparecen involuntariamente, sin embargo, otros deben conocerlos para poder usarlos a su favor. Un claro ejemplo son los políticos.

Aprender algunas de estas expresiones puede facilitar el detectar a un mentiroso, pero también puede ser usado en nuestro beneficio para engañar. El portal Business Insider explicó algunos trucos para identificarlos y poder emplearlos de manera correcta.

1. Imitar al interlocutor

Según Rosemary Haefner, jefa de recursos humanos del portal internacional para buscar trabajo CareerBuilder, el copiar los gestos o frases de con quien estamos hablando puede ser una habilidad muy difícil de dominar conscientemente, pero de forma involuntaria refleja respeto, confianza y admiración hacia el otro.

Imitar a alguien de forma voluntaria debe ser de manera sutil, especialmente si se intenta con un jefe, pues al hacerlo de forma correcta puede ayudar a causar una buena impresión.

The Psych Apprentice
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2. Mantén el contacto visual

Si bien la gente acostumbra a pensar que cuando una persona miente, usualmente evita la mirada, lo cierto es que hacen lo contrario. Para verificar que su mentira está siendo creída, ellos deben mantener el contacto visual en todo momento.

Este prejuicio también hace que el resto vea a quienes esquivan la mirada como gente deshonesta o distraída.

Aprender a mantener el contacto visual, sin embargo, no es nada fácil pues además de ir contra su propia naturaleza, puede ser incómodo para ambas partes.

Sin embargo, lograr hacerlo provoca en las otras personas una sensación de confianza, de honestidad. Los hace sentirse más cómodos en la conversación, algo que puede beneficiar en muchos sentidos.

Michelle Obama | Pete Souza / Oficial White House
Michelle Obama | Pete Souza / Oficial White House

3. Deja tus manos a la vista

Muchas veces canalizamos nuestros nervios en las manos, lo que transmite una imagen completamente negativa hacia el resto. Como no se sabe qué hacer con ellas, se suele esconder en los bolsillos o cruzar de brazos, pero esto provoca que el resto piense que le están escondiendo algo, lo que usualmente es cierto.

El mejor consejo de los expertos es tratar de ser abierto a la hora de expresarse y utilizar todas las extremidades para entablar la conversación. De esta forma, el interlocutor se sentirá más atraído y cómodo.

CNN
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4. Siéntate derecho

No sólo evitará que tengas problemas en la espalda, sino que además ayudará mejorar la forma en cómo el resto te percibe.

Por ejemplo, si estás en una entrevista de trabajo y te “echas” en la silla -como dirían las abuelitas-, el encargado interpretará esto como una señal de desinterés de tu parte con el trabajo o incluso que no tomas la entrevista seriamente. Pero no sólo eso, pues también se ve como falta de confianza en si mismo.

La consejera experta en elección de carreras, Amanda Augustine, señaló al portal que sentarse de forma correcta, erguida y con la cabeza en alto, da la impresión de inteligencia, confianza y credibilidad.

Palacio de Buckingham  
Palacio de Buckingham  

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5. Analiza tu apretón de mano

Darle la mano a alguien como saludo o despedida, puede decir mucho más de ti de lo que imaginas. Por ejemplo, si es débil, demostrarás que eres una persona sin fuerza o personalidad para enfrentarse a quien está contigo.

Por otro lado, si la mano de tu interlocutor se posa sobre la tuya, quiere decir que te sientes superior y que pretende controlar la interacción que existirá.

Existen muchos otros tipos de apretones, pero hay uno que podría definirse como el perfecto para cualquier ocasión, y que dejará la imagen de persona amable y segura de sí misma.

Lo primero es dar la mano derecha y extender toda la palma, asegurándose que el saludo sea de forma vertical. El brazo no debe estar en ángulo recto, sino que un poco más abierto.

Sonríe amablemente -la sonrisa es contagiosa generalmente- y mantén contacto visual, mientras dure el saludo que no debería extenderse por más de tres segundos.

Lo más importante es no ejercer una fuerza suficiente, de tal manera que no parezca demasiado fuerte (o muy débil).

AFP
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