En una tristísima noticia para el reino animal, la semana pasada los pumas de Norteamérica, también conocidos como pumas concolor couguar, fueron declarados oficialmente como extintos.

El Servicio de Pesca y Vida Silvestre del Gobierno de los Estados Unidos fue el que tomó la decisión, que llega a 80 años de que se viera por última vez a un ejemplar vivo de esta especie.

Este felino, igual llamado león de montaña, rondaba la mitad oriental de América del Norte, incluyendo las zonas estadounidenses de Michigan, Nueva Inglaterra, Tennessee, Carolina del Norte y del Sur.

También se podía hallar al sur de Ontario, región de Canadá, indica la cadena de televisión estadounidense ABC.

La razón de su desaparición es, como en muchos otros casos, la intervención humana: su caza indiscriminada, la disminución de los bosques donde habitaba y una caída brusca en la población de los ciervos de cola blanca, su principal fuente de alimento, provocaron que bajara su población hacia el siglo XIX.

Ésta fue declinando hasta 1938, cuando fue visto el último ejemplar con vida en su hábitat natural.

Cuando se trata de felinos, en la zona este de Estados Unidos sólo quedan vivas algunas panteras de Florida, otro tipo de puma norteamericano relacionado al concolor couguar que también está en peligro de extinción.

De acuerdo a Michael Robinson, del Centro de Diversidad Biológica, una organización defensora de los animales, era importante declarar de manera oficial que los concolor couguar estaban extintos, porque legalmente se abre la puerta para permitir el traslado de otros pumas desde el oeste de Estados Unidos.

En ese sentido, explica que la existencia de carnívoros grandes, como pumas, en el este del país norteamericano es vital para controlar la sobrepoblación de ciervos y las enfermedades transmitidas por garrapatas, que pueden amenazar la salud de los humanos.