El proyecto de Desmunicipalización de la educación pública se encuentra pronto a ser despachado por el Congreso. En efecto, la Desmunicipalización es parte importante de las demandas sociales de cambio educativo, y por ende, también una bandera del Frente Amplio. No obstante, a efectos de este proyecto ha habido polémica entre las fuerzas políticas que componen esta alianza. Mientras unos señalan que este proyecto constituye un retroceso para profesores y una consolidación del Estado Subsidiario, para otros significa un avance. Ha sido clave el posicionamiento del Colegio de Profesores, encabezado por la disidencia a la conducción anterior -de la Nueva Mayoría-, que ha rechazado esta iniciativa e instado a construir una desmunicipalización distinta.

Habitualmente los partidos tradicionales esconden sus diferencias de opinión bajo slogans amplios, de tal manera de mostrar una falsa unidad. Luego, de espaldas a la ciudadanía y a sus propias bases, resuelven los asuntos en una estrecha “cocina”. El Frente Amplio no puede seguir esta receta. Hay que pasar de ser una coalición electoral, en la que las diferencias sobre estos asuntos se resuelven con slogans o fraseos, a ser un actor político, que justamente ha de actuar con unidad para conquistar cambios concretos en la vida de las personas. Nuestras diferencias sobre este punto representan no un problema que haya que esconder, sino una oportunidad para nuestra maduración.

Estamos obligados a dar un diálogo abierto y plural, que termine en un acuerdo sustantivo sobre esta materia. Hemos de construir un Frente Amplio donde las fuerzas sociales de cambio tengan en él una determinación vinculante, de lo que hace como coalición dentro y fuera de las instituciones del Estado. De lo contrario, repetiremos el divorcio entre sociedad y política que impuso la transición. La transformación social no se decreta ni es resultado de líderes en particular: es un proceso que sólo pueden protagonizar las fuerzas sociales, de las cuales, en el caso de la educación, el profesorado es un componente fundamental. Es esencial, así mismo, que estas fuerzas sociales no se agoten en posturas corporativas, y se abran a un diálogo deliberativo con la sociedad. Creemos que el Colegio de Profesores, bajo su nuevo liderazgo, ha dado pasos significativos en este sentido, asumiendo posturas en interés de la educación y del país y no sólo de sus afiliados.

En definitiva, esta coyuntura nos da la oportunidad de construir una fuerza nueva más allá de su expresión electoral, que se abra a la sociedad y pueda, desde tal complejidad y diversidad, actuar en conjunto para lograr cambios efectivos. En esta coyuntura, como en las que vengan, debemos construir una posición común y clara para todo el Frente Amplio, que nos oriente ante el debate público, como también al momento de votar en el parlamento. Desde ya, en el comando de Beatriz Sánchez estamos trabajando en ello.

Victor Orellana
Director Fundación Nodo XXI
Vocero Equipo Programático en Educación, campaña de Beatriz Sánchez

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