Golpes de puño y una fractura en sus dientes, es parte de lo que denunció Ingrid Fuenzalida en contra del conductor de Uber, Renato Viveros.
La situación, viralizada a través de Facebook, habría ocurrido la noche del viernes 20 de octubre cuando Fuenzalida pidió un Uber desde Santa Isabel para volver a su casa. Al lugar llegó un hombre identificado como Renato en una camioneta con patente GX RK 22 y, según acusó la joven, una vez arriba y al señalarle la dirección, el conductor le indicó que no la llevaría a ese lugar y que se bajara del auto.
Ante esto, la denunciante indicó que no lo haría, ya que ya le había aceptado la carrera y que bajarse en un sector que no conocía iba a ser peligroso para ella, por lo que le pidió que la llevara donde la tomó.
La mujer indicó que cuando iban por Santa Isabel con Manuel Montt llamó a Carabineros por el miedo que le producía bajarse y quedar sola y agregó que al terminar la llamada, el conductor se dirigió hasta un callejón donde se bajó del auto y le desabrochó el cinturón de seguridad para tomarla con fuerza desde el pecho con golpes y la tiró al suelo dejándola con lesiones en la rodilla, codos y mentón, además de quebrarle dos dientes.
Luego de esto, la joven acusó que el conductor se marchó y la dejó sola e incomunicada en la calle, ya que su celular se le quedó dentro del auto, por lo que tuvo que caminar hasta encontrar a alguien que la llevó donde Carabineros, quienes la trasladaron a constatar lesiones y realizar la denuncia.
En conversación con BioBioChile, Fuenzalida sostuvo que “Uber no se ha comunicado conmigo, he sido yo la que se ha acercado, pero sin obtener respuesta. Solo me han dicho que aportarán todos los datos a las autoridades. Uber se excusa en que ellos no son una empresa de transporte sino de tecnología y lo que ellos venden es la aplicación y no el transporte de pasajeros”.
La joven agregó que tiene la denuncia en la Fiscalía de Ñuñoa y que el nueve de noviembre tiene que ir a declarar, además sostuvo que espera que “para el agresor solo quiero una pena efectiva que esté preso realmente, para que aprenda a no golpear a nadie más. Y que Uber se haga cargo de sus trabajadores y den una explicación del porque se niegan a entregar información a las victimas”.
Respuesta de Uber
Desde Uber Chile, el Gerente de Comunicaciones Corporativas, Felipe Contreras, sostuvo que “nos contactamos con la usuaria indicando los procedimientos que debía realizar para iniciar una investigación formal y le confirmamos la suspensión preventiva del socio conductor de la plataforma, mientras se realicen los procesos formales y se revisen los hechos”.
Contreras agregó que “lamentamos profundamente la experiencia atravesada por Ingrid y reafirmamos nuestra absoluta disposición para aclarar los acontecimientos y colaborar durante la investigación del caso, a través de los canales oficiales correspondientes. Reiteramos que todos los datos de usuarios y socios conductores inscritos en Uber son privados y confidenciales, por lo que sólo podemos entregar los antecedentes del caso a las autoridades pertinentes cuando éstas lo soliciten”.
