El rechazo del Consejo Regional en aprobar el proyecto para culminar la reconstrucción de la iglesia Santuario del Carmen de Curicó, terminó por abrir una de las tantas heridas que esta iniciativa ha generado entre el municipio y el CORE.

El Diario El Centro constató que esto, según el alcalde Javier Muñoz, es consecuencia de la tozudez de algunos consejeros, y también responsabilidad de la escasa fuerza política del intendente Pablo Meza.

El pasado martes el CORE abordó una vez más este proyecto, determinando rechazar el financiamiento para las faenas de término, recordando que los trabajos de reconstrucción han tenido una serie de problemas, desde la quiebra de la empresa, falta de recursos, hasta la sumatoria de nuevas obras que no estaban en la iniciativa original, todo lo cual ha terminado por deteriorar las relaciones entre “algunos” consejeros y el alcalde.

De hecho, el rechazo en esta ocasión se fundamenta en que falta un 4% de las obras por desarrollar, para lo que se requieren $137 millones, mientras que el municipio ha solicitado un monto que se acerca a los $400 millones.

Ello no tardó en desatar la controversia, tomando la bandera de lucha el alcalde de Curicó, quien no dudó el responsabilizar a “algunos” consejeros por esta nueva “tranca” al proyecto, enviándole de paso un mensaje al intendente.

“Aquí claramente no hay voluntad por parte de algunos consejeros por aprobar este proyecto, y tampoco ha existido la fuerza y la voluntad política por parte del intendente saliente para presionar que esto salga y sea aprobado”, dijo Javier Muñoz, añadiendo que no puede ser posible que esto siga inconcluso a causa “de un capricho de algunos consejeros regionales de no querer aprobar esto”, reiteró el jefe comunal.

Obras adicionales

Muñoz reconoció que el proyecto se ha ido encareciendo, especialmente por los efectos del paso del tiempo sobre los trabajos realizados, más “algunas incorporaciones adicionales solicitadas por la comunidad de la iglesia, y del propio padre Pepe Abarza”.

Señaló que se trata de “obras necesarias y complementarias que no fueron consideradas originalmente en el proyecto, como mejoramiento de accesos, puertas de metal principales, lo que suma más de lo antes considerado”.

Sostuvo que el proyecto de la controversia “ha sido trabajado por profesionales del Gobierno Regional, del Ministerio del Desarrollo Social, cuenta con el RS desde hace cerca de un año y aun no es aprobado -reiterando- también por la poca voluntad y energía política del intendente Pablo Meza“.

Precisó que sí espera que la nueva autoridad regional permita que la iniciativa salga de esta situación.

Al paso de estos dichos salió el consejero regional Manuel Améstica quien afirmó que el único responsable del estancamiento de esta iniciativa es el alcalde, quien “debe realizarse una autocrítica, y preguntarse por qué el proyecto no ha avanzado, o por qué se siguió pagando varios meses a la empresa que estaba en obras, y que ya se había declarado en quiebra”.

Sostuvo que, como consejeros, están por aprobar recursos para “terminar lo que falta por terminar, es decir un 4 o 5% de las obras, que equivale a algo así como $138 millones, y lo adicional perfectamente podría formar parte de un proyecto posterior, pero primero terminar lo que falta por terminar”, aseveró.